"Mi victoria es una victoria para todas las mujeres y niñas"
Kanchhi Maya Tamang, una mujer nepalí víctima del tráfico de mujeres en Egipto ha conquistado el monte Everest para denunciar los peligros de la trata en la zona del Himalaya, donde miles de personas se venden como esclavas todos los años. Tamang nació en un pueblo del distrito de Sindhupalchowk en el centro de Nepal y fue objeto de trata en India y luego en Egipto, donde trabajó como empleada doméstica durante seis años.
Her first #Everest climb for gender equality and women's empowerment! #KanchhiMayaTamang #Thisgirlcan pic.twitter.com/9Sp3UDcRm3
— UN Women Nepal (@unwomennepal) 22 de mayo de 2017
"Mi misión ha sido, ante todo, un acto para detener la migración forzada de las mujeres y niñas de mi distrito, que es considerado el distrito donde hay más tráfico de niñas y mujeres de Nepal", ha asegurado Tamang a través de una radio desde el campamento base en la falda del Everest. Acompañada por un equipo de 20 personas y dirigido por Pemba Dorje Sherpa, quien tiene el récord de ascenso más rápido al Everest, Tamang llegó a la cima a las 6:00 horas el pasado sábado y alzó un cartel en el que se leía: "Somos personas, no propiedades. No a la trata de personas".
"Mi victoria es una victoria para todas las mujeres y niñas", ha asegurado la nepalí. "Mi misión es contribuir para que no haya discriminación en Nepal, y que todas las niñas y mujeres tengan libertades y vivan en un entorno en el que puedan desarrollar su potencial humano", ha añadido.
Además, Tamang ha asegurado que quería escalar los 8.848 metros del Everest para demostrar a las mujeres y niñas de Nepal que pueden lograr cualquier cosa si se les ofrece la oportunidad. "Quiero fomentar iniciativas que creen oportunidades de empleo local y ofrezcan autonomía a las mujeres", ha señalado Tamang. "Debemos dar poder a las niñas. Darles una cuerda, mostrarles una roca y luego pedirles que la escalen", ha añadido.
Según la Comisión de Derechos Humanos de Nepal, entre 2014 y 2015 se rescató a más de 9.500 víctimas del tráfico de personas, aunque los activistas aseguran que las cifras están por debajo de la realidad del problema, sobre todo después del terremoto que sacudió al país en 2015 y dejó a miles de personas vulnerables a las que los traficantes prometen una vida mejor.