TRAS LA MUERTE DE UN AFROAMERICANO

La mujer negra fotografiada frente a los antidisturbios en EEUU: "Tan solo necesitaba ver los rostros de los agentes"

Tras la famosa foto que se produjo el pasado 9 de julio en unas protestas en Estados Unidos contra la discriminación racial, la mujer protagonista, Ieshia Evans, ha declarado que no sintió "ni un ápice de miedo" en su cuerpo.

La mujer negra que fue fotografiada en actitud pacífica, firme y sola en mitad de la calle frente a una fila de policías antidisturbios fuertemente pertrechados, ha declarado que en el momento en el que fue tomada la fotografía se sintió obligada a enfrentarse a los agentes de Policía, en una manifestación el fin de semana pasado contra la brutalidad policial.

Ieshia Evans, de 35 años, se ha hecho famosa por la inmensa difusión que ha tenido su fotografía, que se ha convertido en todo un símbolo del espíritu de las decenas de manifestaciones que han tenido lugar en las últimas semanas en Estados Unidos, en denuncia de la discriminación racial que sufren muchos afroamericanos por parte de la Policía.

"Tan sólo necesitaba verles. Necesitaba ver los rostros de los agentes", ha dicho Evans en la entrevista, que se ha emitido este viernes. Evans fue detenida momentos después del incidente junto a decenas de otros manifestantes, por obstruir una vía pública de la ciudad de Baton Rouge, en Lousiana.

El 9 de julio, el día que se tomó la foto, la Policía acababa de ordenar a los agentes antidisturbios que despejaran las protestas. El fuerte simbolismo de una persona solitaria en actitud pacífica frente a una masa fuertemente armada es una imagen que forma parte ya del imaginario colectivo y que se ha repetido en muy distintos contextos y periodos de la historia: desde la foto del manifestante frente a los tanques en la plaza de Tiananmen hasta la más reciente foto de Tess Asplund, la mujer negra que se enfrentó a un grupo de neonazis en una manifestación en Suecia.

Al ser preguntada que si estaba asustada en aquel momento, Evans ha respondido: "No había ni un ápice de miedo en mi cuerpo". Posteriormente ha añadido que nunca se ha considerado a sí misma como una activista, pero que tras ver los vídeos de Philando y Castile, se sintió diferente. "Tenía que hacer algo al respecto. A veces, la vida te da trabajos que nunca pediste en un primer momento", ha concluido.

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