Estados Unidos
La mujer explicó que se encontró al niño más pequeño sobre los fuegos de la cocina, mientras que el mayor estaba sobre el suelo "con el cerebro esparcido".
Una mujer ha sido condenada a cadena perpetua por haber matado a sus hijos pequeños metiéndolos en el horno. Los hechos ocurrieron en 2017 en Atlanta, Estados Unidos, pero no ha sido hasta ahora cuando la Justicia ha dictado sentencia.
Los hechos se produjeron cuando Lemora Williams, madre de Ke-Yaunte Penn, de dos años, y Ja'Karter Penn, de un año, denunció la muerte de sus hijos. La mujer entonces tenía 24 años y se puso en contacto con el servicio de emergencias afirmando que encontró a sus dos hijos sin vida, según informa 'Daily Mail'.
La mujer explicó que se encontró al niño más pequeño sobre los fuegos de la cocina, mientras que el mayor estaba sobre el suelo "con el cerebro esparcido". La condenada alegó que los dos menores y un tercer hermano que fue ileso habrían estado con una cuidadora en el momento de los hechos.
El padre de los menores, Jameel Penn, confirmó en su versión que Lemora Williams le llamó por videollamada tras acabar con la vida de los pequeños. "Recibí una llamada suya y lo vi todo. Estaban muertos", dijo. Al momento se puso en contacto con la policía, pero ya era tarde.
La mujer mantuvo esta versión a lo largo de los años. Sin embargo, los investigadores determinaron que ella misma fue quien colocó a los pequeños en el horno encendiéndolo de forma voluntaria. Debida la situación, el tribunal la ha declarado culpable de gran cantidad de cargos, entre los que se encuentran algunos como asesinato, ocultación de una muerte o falso testimonio.
Un hombre ha encontrado los cadáveres de sus tres hijos, de 2, 11 y 13 años de edad, presuntamente asesinados. Los niños presentaban heridas de arma blanca, según publica diario regional Dauphiné Libéré.
Este medio francés asegura que la madre había dejado una carta. Tras supuestamente cometer el crimen, la mujer habría huido.
Las autoridades francesas han puesto en marcha una amplia operación policial para dar con la madre de los tres niños, a la que se busca "intensamente" en el sureste del país. Según apunta el diario francés Le Figaró, la madre "estaba deprimida".
También se ha abierto una investigación judicial tras el hallazgo de los tres cadáveres. Los cuerpos de los pequeños fueron hallados por su padre en una vivienda de la población alpina de Taninges, muy cerca de la frontera con Suiza, y él mismo fue quien dio el aviso a las autoridades.
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