REVOLUCIÓN EN TÚNEZ
Es la última rapiña de la pareja a un país que ha visto como Leila Trabelsi pasaba de peluquera y amante presidencial a primera dama y estratega del expolio al patrimonio tunecino.
Según un ex consejero, el presidente era desde hace meses una marioneta en manos de su esposa y sus asesores.
La prueba: Leila Trabelsi, orquestó el pasado octubre una operación con elecciones falsas para llegar al poder en 2014, con el beneplácito de su marido. Nadie lo hubiera pensado en los años 80, cuando la joven trabelsi, hija de familia numerosa, conoció a Bel Alí.
Después, se casó con el mandatario. Leila aprovechó el nacimiento de un hijo varón y el declive del envejecido presidente para hacerse con los hilos de la economía y el poder.
La revolución que estalló hace un mes ha dado al traste con su sueño de ser la primera mujer presidenta de un país árabe.