en california
Beth Clay, de 45 años, y su marido Scott de 51, se han convertido en padres por tercera vez después de que Beth diera a luz a un niño hace unos días. La mujer acudió al centro médico por lo que creía que era un dolor de riñón, cuando los médicos le dijeron que estaba de parto.
Dio la casualidad de que la mujer se puso a dieta durante el embarazo y llegó a perder siete kilos, por lo que casi no se le notaba la tripa.
Según recoge el diario Daily Mail, el pequeño Liam estuvo en la UCI para neonatos varios días, pero ya se encuentra en casa con sus padres y sus hermanos, Will de 20 años y Maggie de 27.