Reino Unido
El hombre se sometió a una prueba de electrocardiograma que mostró resultados anormales, pero los médicos lo pasaron por alto en aquel momento. Murió horas antes del nacimiento de su hija.
Un futuro padre murió de una parada cardiaca apenas unas horas antes del nacimiento de su primera hija. Su familia ha denunciado que los médicos pasaron por alto una anomalía en unas pruebas que podrían haberle salvado la vida. Thomas Gibson fue encontrado inconsciente en su casa de Mánchester por su pareja, embarazada de 39 semanas. Esa misma mañana la mujer tenía preparada la cesárea. Su hija nació sana y salva pero no pudo conocer a su padre.
La Fundación del Sistema Nacional de Salud (NHS) de la Universidad de Manchester señalaron que de haber sido admitido como paciente hospitalizado en cardiología y haberle colocado un marcapasos, habría evitado su muerte. Así lo detalla 'Daily Mail', que revela esta trágica historia.
Unas tres semanas antes de que el hombre muriera, contrajo un virus estomacal del que estaba luchando por recuperarse. Después de no poder ser atendido personalmente por su médico de cabecera, el Delamere Medical Center de Stretford, le comunicaron que fuera al Servicio de Urgencias Wythenshawe. Allí le realizaron una prueba de electrocardiograma (ECG) que mostró resultados anormales, identificando un bloqueo cardíaco completo. Es el tipo de bloqueo cardíaco más grave, puede provocar una muerte cardíaca súbita, que es lo que ocurrió.
Los médicos del departamento de urgencias no detectaron la anomalía en el ECG y su médico de cabecera le dio de alta para recibir atención de seguimiento. Su pareja, embarazada, lo encontró inconsciente en su casa y no pudo salvarlo. Ahora, se llevará a cabo una investigación en el Tribunal Forense de Stockport del 4 al 5 de junio. La viuda confía en que se respondan las preguntas sobre lo ocurrido y hablará sobre esta omisión fatal que provocó su muerte.
La mujer entiende que su pareja no recibió una revisión por un cardiólogo durante su ingreso. Comenta, tal y como detalla el citado medio, que recibió el alta al considerarse que no había síntomas cardiovasculares porque acudió con síntomas gastrointestinales. Ella lo niega. Dice que tuvo varios problemas cardiovasculares durante su ingreso.
Por su parte, la abogada de la familia, Charlotte Moore asegura que "la trágica muerte de Tom es el resultado de una mala interpretación de una prueba de función cardíaca básica, por la cual hemos recibido una admisión total de responsabilidad por parte de la pareja de Tom, Rebecca". "Si se hubiera interpretado correctamente que el ECG mostraba un bloqueo cardíaco completo, Tom habría recibido un marcapasos y se habría evitado su muerte prematura", alega.
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