EN UN PRIMER MOMENTO SE CREYÓ QUE FUE UN SUICIDIO

La muerte de Martina Rossi no fue un suicidio: la joven cayó desde un balcón de un hotel de Mallorca al huir de dos violadores

Martina Rossi, de 20 años, cayó desde el balcón del sexto piso de un hotel en Palma de Mallorca. Un balcón desde el que la joven resbaló al huir de dos jóvenes de Arezzo que querían violarla y que ahora han sido condenados a seis años de prisión.

Dos hombres han sido condenados a seis años de prisión por la muerte de la estudiante que presuntamente se cayó desde el balcón de una habitación de un hotel de Mallorca en 2011. Alessandro y Luca Albertoni Vanneschi han sido condenados por homicidio por la muerte de Martina Rossi en el Hotel Sant'Ana.

No fue un suicidio ni un accidente. Martina Rossi, de 20 años, es una estudiante genovesa que cayó del sexto piso de un hotel en Palma de Mallorca a las 7 de la madrugada del 3 de agosto de 2011. Un balcón desde el que la joven se resbaló al huir de dos jóvenes de Arezzo que querían violarla. Fue un intento desesperado de salvarse y llegar saltando a otra terraza.

Según publica el diario italiano Il Corriere della Sera, los dos jóvenes de 27 años, Alessandro Albertoni y Luca Vanneschi, han sido condenados por el Tribunal italiano de Arezzo a seis años de prisión, tres de ellos por homicidio y otros tres por intento de violación.

En la acusación, el fiscal Roberto Rossi, que realizó complejas investigaciones, solicitó siete años de prisión para los dos acusados. La defensa, sin embargo, había luchado por la absolución al alegar el suicidio de la joven.

La joven corrió hacia un balcón del sexto piso del Hotel Sant'Ana en Palma de Mallorca. Los investigadores españoles presentaron el caso porque creían que esta muerte había sido un suicidio. El fiscal de Génova, sin embargo, volvió a abrir una nueva investigación.

Así fue la reconstrucción de los hechos: Martina escapó desesperadamente de los dos jóvenes que querían violarla y trató de salvarse tratando de llegar al balcón de la habitación adyacente. Pero en la barandilla habían colocado algunas toallas mojadas y la joven perdió el equilibrio y cayó.

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