EL GOBIERNO PROHÍBE LA VENTA DE LICORES EN KIOSKOS DE TODO EL PAÍS
El número de personas fallecidas tras beber alcohol adulterado en la República Checa asciende ya a 17.
También hay varios afectados que han perdido la vista. El Gobierno, que estableció ayer un gabinete de crisis, ha prohibido la venta de licores en kioscos en todo el país, y ha reiterado a la población que no consuma bebidas alcohólicas de origen desconocido o de botellas no selladas debidamente.
El consumo de pocos mililitros de metanol provoca mareos, dolores de cabeza, náuseas y perturbaciones de la vista, y puede llevar a la ceguera y a la muerte. De acuerdo con la Unión Checa de Productores de Licores, una quinta parte de las bebidas alcohólicas consumidas en el país es de origen ilegal.
La situación hace temer que aumente aún más la cifra total de muertes. El último caso registrado fue el de una mujer de 47 años que falleció en un hospital en la ciudad de Ostrava, donde se la internó después de haber sido hallada inconsciente en su casa.