DE 13 AÑOS
Ocho personas han muerto tras un atentado suicida perpetrado por dos niñas, supuestas milicianas del grupo yihadista nigeriano Boko Haram, en la localidad de Nguetchéwé, en el norte de Camerún, según fuentes vecinales.
Las dos menos menores, de unos 13 años de edad y que perdieron la vida en el ataque, irrumpieron en un funeral y se dirigieron al espacio reservado a las mujeres sobre las 5.40 horas locales (4.40 horas GMT). Allí, una de ellas detonó los explosivos que llevaba consigo, explicó el portavoz de la patrulla de vigilancia vecinal Mahma Oumaté.
Al parecer, otro de los miembros de este cuerpo de vigilancia, Thomas Gwolime, identificó a una de las terroristas y la persiguió con la intención de pararla, aunque finalmente no pudo impedir el atentado. Gwolime fue uno de los dos hombres que murieron en el ataque, junto a seis mujeres, una de ellas embarazada, y las dos terroristas suicidas. Además, una veintena de personas resultaron heridas, según las mismas fuentes.
Aunque el atentado todavía no ha sido reivindicado por ningún grupo terrorista, el distrito de Mayo-Moskota, donde se encuentra Nguetchéwé, es atacada con frecuencia por los yihadistas nigerianos Boko Haram. A principios de enero, miembros de Boko Haram asaltaron la localidad de Mozogo, donde mataron a dos residentes y saquearon viviendas y comercios.
Desde el inicio de 2016, Camerún ha sufrido cerca de 30 ataques terroristas perpetrados por Boko Haram, en los que han muerto otras tantas personas, según las cifras proporcionadas por el Gobierno camerunés.
Tras el inicio de las operaciones de la fuerza multinacional regional contra Boko Haram, los yihadistas nigerianos han aumentado los ataques suicidas en torno al lago Chad, una zona difícil de controlar por la porosidad de las fronteras entre Nigeria, Camerún, Chad y Níger.
Sin embargo, en el caso de los atentados perpetrados por menores, las fuerzas de seguridad camerunesas trabajan con la hipótesis de que Boko Haram utiliza a niños y adolescentes para que carguen con los explosivos con amenazas y engaños, y que es un miliciano del grupo el que detona la bomba a distancia.