EL AGRESOR SE ENCUENTRA DETENIDO
El agente de la Policía al que un joven disparó en la cabeza el pasado martes en un suburbio de la ciudad danesa de Copenhague, de 43 años, ha muerto este miércoles, después de que su salud se deteriorara a causa de las heridas. Si bien en un principio se declaró que había sido herido de gravedad, se determinó que no estaba en peligro su vida. "Lo comunico con el mayor de los dolores", ha informado el director de la Policía del distrito de Vestegn, Kim Christiansen.
El agente había recibido el disparo en la zona de Albertslund, ubicada a unos 15 kilómetros al oeste de la ciudad, dentro del área metropolitana de Copenhague. Christiansen ha trasladado a los familiares de la víctima sus condolencias, al igual que a sus compañeros, "que en los últimos días han mostrado una gran profesionalidad en este difícil y oscuro momento".
El agente fue herido a las 08.20 horas del martes, cuando estaba de servicio. Las autoridades detuvieron a un joven de 26 años, de nacionalidad danesa y con problemas mentales. Por el momento no ha trascendido la razón de la agresión.
El arma que utilizó para disparar era una pistola de calibre 22 que había sido robada de un club de tiro ubicado cerca de Rodovre, muy próximo a Albertslund. Esta había desaparecido el día anterior y el club inmediatamente informó del hurto a la Policía, a quien informó del nombre del sospechoso. Si bien el sospechoso era miembro del club de tiro, la Policía asegura que no tenía licencia ni para operar ni para portar armas.