Gales
Durante un encuentro sexual que estaban manteniendo a escondidas en el parking del hospital a medianoche, el hombre sufrió un ataque al corazón y se desmayó en la parte trasera de su coche.
Penélope Williams, una enfermera del Servicio Nacional de Salud (NHS) de Reino Unido, fue despedida por no llamar a una ambulancia para que acudiera a ofrecer asistencia sanitaria a un paciente con el que estaba manteniendo relaciones sexuales en el estacionamiento de un hospital en Wrexham (Gales del Norte).
La enfermera, de 42 años de edad y casada, había estado manteniendo en secreto una relación extramarital durante 12 meses con un paciente al que daba tratamiento de diálisis en ese mismo hospital.
Durante una cita secreta que estaban manteniendo a medianoche dentro de un coche estacionado en el parking del hospital, el hombre sufrió un ataque al corazón y se desmayó en la parte trasera de su automóvil, cuando aún estaba con los pantalones por los tobillos.
La enfermera, ante esta situación, en lugar de llamar a los servicios de Emergencia, llamó a una compañera de trabajo para que le practicara la reanimación cardiopulmonar (RCP). Pese a sus incansables intentos, esta no consiguió salvarle la vida.
Como resultado de estos hechos, se llevó a cabo una audiencia disciplinaria contra la mujer. El panel de la Junta de Salud expresó su preocupación de esta manera: "La Sra. Williams no llamó a una ambulancia después del colapso del paciente, incluso cuando el Colega se lo aconsejó" y la despidió de inmediato.
En la audiencia se explicó que entre enero de 2021 y del 2022, año en el que tuvo lugar la muerte del paciente, la mujer había violado tres reglas: entablar una relación íntima y/o sexual con él, comunicarse con el paciente a través de Facebook y/o por teléfono, y reunirse con el individuo fuera del ambiente de trabajo. Finalmente, ha sido suspendida durante un mínimo de 18 meses, momento en el que podrá volver a aplicar para conseguir una nueva plaza.