Colombia
La niña tenía una muela rota por una caries y, después de la extracción, acabó muriendo en el hospital, al que el propio dentista llevó en su coche.
Salomé Bohórquez, una niña colombiana de 8 años, manifestó un dolor de muelas que hizo que sus padres la llevaran al dentista. Lo que parecía una intervención rutinaria acabó con el fallecimiento de la menor a consecuencia de una asfixia presuntamente provocada por haber ingerido su propia sangre, originaria de una hemorragia.
La menor tenía una muela partida debido a una caries por lo que, tras examinarla y someterla a una prueba de rayos X, el dentista, que era reconocido en el municipio y contaba con más de 30 años de experiencia, optó por llevar a cabo un proceso de extracción dental.
Tal y como ha relatado la madre, habían llevado a la niña "a una cita particular", llegaron al dentista "a las cuatro de la tarde", hora en la que comenzó "el procedimiento para sacarle la muelita".
El médico, tras terminar la intervención, revisó los resultados y le dio el alta a la menor. Sin embargo, Salomé comenzó a sangrar, por lo que su madre decidió llevarla al hospital más cercano, el Hospital San Juan de Dios de Honda.
Cuando llegaron al hospital en el coche del odontólogo, la niña continuaba con vida, pero el personal sanitario no pudo hacer nada por salvarla y la menor murió mientras recibía la asistencia médica.
La niña bronco-aspiró, se ahogó con su propia sangre
La madre explicó que, rápidamente, "salimos para el hospital" y que Salomé "entró viva al hospital, pero no pudieron hacer nada". "La niña bronco-aspiró, se ahogó con su propia sangre", añadió.
Los padres han informado de que la menor ha sufrido anemia previamente y que, debido a que la causa exacta de la muerte no se ha determinado, "no vamos a culpar al doctor Herrera", ya que "primero debemos esperar los resultados de la autopsia", explicó la madre a los medios locales.
No vamos a culpar al doctor.
Las autoridades colombianas están investigando el caso y algunos de los primeros informes apuntan a que el fallecimiento de la niña podría deberse al uso de una dosis errónea y exagerada de anestesia.
Impulsados por esta hipótesis, los padres han impuesto una denuncia al Ministerio Público, el cual ha abierto una investigación para esclarecer los hechos y determinar el grado de responsabilidad que poseerían los dentistas en este suceso.
En Argentina, un joven de 23 años falleció tras recibir asistencia médica en el Hospital de Villa Regina.
El joven acudió al hospital en búsqueda de un alivio para su dolor, le aplicaron una inyección y lo mandaron de vuelta a su casa. Sin embargo, su condición comenzó a empeorar. Tal es así que la familia no pudo siquiera esperar a la ambulancia, lo montaron en su coche y lo trasladaron por sus propios medios al hospital.
Durante el trayecto el joven permanecía consciente, aunque había perdido la movilidad. Al llegar al centro médico y, a pesar de los esfuerzos del personal sanitario, no se pudo salvar su vida.
Los resultados de la autopsia indicaron que la causa de la muerte fue un edema pulmonar agudo y la familia de la víctima denuncia mala praxis.