Reino Unido
Después de acudir a urgencias por el dolor, que ahora había pasado a las piernas impidiéndole andar, fue diagnosticado con una ciática y mandado a casa.
Luke Abrahams, un joven británico de 20 años y futbolista amateur, ha muerto este jueves a consecuencia de varias negligencias médicas. Abrahams tenía un dolor de garganta que sufría desde hace una semana. El joven fue diagnosticado, a través de una videollamada, con amigdalitis, según ha relatado su padre Richard Abrahams.
Tras el diagnóstico y los antibióticos recetados, el futbolista amateur no mejoraba. Al dolor de garganta se unió un fuerte dolor de piernas, dejándole prácticamente sin poder andar. Acudió al hospital, pero no sirvió de nada, pues tras diagnosticarle una ciática, le mandaron a casa.
El 22 de enero, el joven acudió de nuevo a urgencias. Allí le amputaron una pierna para tratar de salvar su vida. Sin embargo, falleció un día después.
Antes de la intervención quirúrgica, para amputarle la pierna, el joven llamó a su padre: "Papá, estaré bien, cuida de Jake –su hermano pequeño– y de mamá", como si presintiese la tragedia antes de tiempo.
Después de lo que ha ocurrido con su hijo, sus padres, Richard Abrahams y Julie Needham, han pedido que se detenga la práctica de diagnosticar por vía telefónica y han denunciado la muerte de su hijo a raíz de una serie de errores del Sistema Nacional de Salud británico (NHS).
El servicio de asistencia sanitaria domiciliaria en Northampton ha mostrado sus condolencias a la familia y ha asegurado que se está investigando lo ocurrido.
Una septicemia y una fascitis necrotizante diagnosticadas fuera de tiempo
La autopsia reveló que Abrahams padecía una septicemia denominada síndrome de Lemierre. Se trata de una infección bacteriana, una complicación muy rara de la amigdalitis aguda que se caracteriza por una sepsis grave y la aparición de una tromboflebitis de la vena yugular interna. Además, también tenía una fascitis necrotizante, denominada también como 'enfermedad carnívora'.
Las diversas negligencias médicas acabaron con la vida del joven futbolista. En una entrevista radiofónica a la BBC, el padre aseguró que este hecho "no puede dejarlo pasar" y afirmó que emprenderá acciones legales. "No entiendo cómo pudo entrar en una ambulancia y no volver a casa. Las cosas deben cambiar, no queremos que esto le suceda a otro joven", señaló la madre.
Tras lo ocurrido, dos amigos del joven, han creado una página web en GoFundMe, donde llevan recaudados más de 13.500 euros. Sus compañeros del Blisworth Fútbol Club disputaron un encuentro en su memoria, en el que se guardó un emotivo minuto de silencio.