Reino Unido
La víctima, de 72 años, se encontraba de vacaciones en Egipto.
El trágico accidente tuvo lugar en el resort de Dahab, en Egipto. Finch, un ciudadano británico de 72 años, fue encontrado inconsciente flotando boca abajo. Los buzos que se encontraban en la zona procedieron a sacarle del agua e intentar reanimarlo mientras esperaban a los servicios médicos, pero no pudieron hacer nada por él.
Es el medio británico 'The Sun' quien se ha hecho eco de esta historia. La víctima, originaria de Reino Unido, viajó junto a su pareja y una amiga hasta el aeropuerto de Sharm-el-Sheikh, Egipto, el pasado 22 de febrero. Su destino final era Dahab, una de las zonas más populares para practicar submarinismo en el Mar Rojo.
El día antes de su muerte, Finch un experimentado buzo, se vio obligado a abandonar el agua antes de tiempo, a causa de una tos. Algo que atribuyó a un constipado. Sin embargo, la investigación llevada a cabo en Reino Unido para conocer las circunstancias de su muerte, ha desvelado que estos fueron los primeros signos de un edema pulmonar.
De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, el edema pulmonar se corresponde con una acumulación de líquido en los pulmones, que impide al oxígeno llegar a la sangre. En este caso, el forense del Ministerio de Interior, el Doctor Brian Rodgers, concluyó que al edema, contribuyeron el alto nivel de presión sanguínea, así como el elevado colesterol.
En el momento del suceso, Finch se encontraba nadando junto a su esposa, quien durante el juicio ha explicado que entró en pánico al perder de vista a su marido: "Estábamos nadando y cuando estás observando peces no siempre te das cuenta de qué pasa a tu alrededor o fuera del agua".
Al cabo de un rato, se dio cuenta de que no estaba entre las personas que permanecían dentro: "realmente entré en pánico", afirma. Momentos después un hombre lo localizó flotando boca abajo. El forense ha concluido que pese a estar rodeado de mucha gente: "Nadie notó que estaba teniendo problemas", además aún llevaba puesta su máscara y snorkel. "No había tenido suficiente tiempo para dar la voz de alarma", concluye el doctor Rodgers.
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