EN PENSILVANIA
La muerte de una bebé de Pensilvania que falleció a causa del hambre en su casa después de que sus padres murieran por una sobredosis ha sido calificado de homicidio, sin embargo la Policía investiga el caso para encontrar un culpable.
La autopsia de Summer Chamber revela que el bebé murió de deshidratación y de hambre en su casa de Johnstown el 20 de diciembre cuatro o cinco días después de que sus padres fallecieran. "Es impensable pensar lo que que la niña sufrió mientras estaba viva", dice Chad Miller, el jefe de Policía de Johnstown.
Los padres de la niña, Jason Chambers de 27 años y Chelsea Cardaro de 19, fueron encontrados muertos el 22 de diciembre por una sobredosis de fentanilo, un narcótico opioide utilizado por su acción analgésica, según informa New York Daily Mail.
La Policía investiga ahora lo sucedido para esclarecer de quién es la culpa de lo sucedido dado que los padres no pueden ser acusados de homicidio, explica Miller, quien añade que en noviembre recibieron un aviso debido a que el padre de la pequeña ya sufrió una sobredosis.
Los servicios de protección de menores se reunieron con los padres y el bebé después del incidente de noviembre y determinaron que la casa era "apropiada" para que la niña viviera allí porque había "mucha comida y la niña parecía estar bien cuidada".