GRACIAS AL REPARTO DE SACOS DE ARROZ DEL GOBIERNO CHINO
En el Tibet, la tasa de mortalidad infantil por enfermedades relacionadas con la malnutrición ha descendido de un 30% a un 6%. Desde hace unos años, el Gobierno chino ha dispuesto un programa de reparto de arroz para los menores que llega incluso hasta los lugares más recónditos
Los sacos de arroz tienen que ir bien atados a las motocicletas porque no pueden permitirse el lujo de perder ninguno por el camino. Quince hombres han sido seleccionados por su destreza en el manillar. Tienen por delante 340 kilómetros hasta llegar a algunas de las regiones más inaccesibles del Tíbet. El recorrido es extremadamente peligroso.
El recorrido es extremadamente peligroso
Requiere de la mejor técnica en la moto y de mucha fuerza. En algunos tramos, los hombres tienen que apearse del vehículo y empujarlo hasta el siguiente llano. La bajada de la montaña entraña la misma dificultad. Llevan 340 kilos de arroz destinados a más de 30 niños menores de 15 años. Todos viven en localidades del Tíbet prácticamente aisladas de la civilización.
Antes de que se pusiera en marcha este programa de reparto de comida, muchos de ellos morían a causa de enfermedades relacionadas con la malnutrición. El mes que viene se inaugura una carretera que conecta varias localidades y que facilitará enormemente la llegada de alimento.