ADELANTO ELECTORAL EN ITALIA A MARZO
El primer ministro italiano, Mario Monti, presentará su dimisión en cuanto se aprueben los presupuestos del Estado para el año próximo. Así se lo ha transmitido al Jefe de Estado, Giorgio Napolitano, en el Palacio del Quirinal, sede oficial de la Presidencia italiana.
Según el comunicado oficial, Monti expresa que no considera posible completar su mandado porque ya no cuenta con el apoyo del Parlamento. Ha tomado esta decisión apenas unas horas después de afirmar que la situación política es "manejable" en su país, al tiempo que advertía del riesgo de una deriva populista. También este sábado, el exprimer ministro Silvio Berlusconi ha confirmado su candidatura para la próxima cita electoral.
De esta forma, mientras "Il Cavaliere" comenzaba su campaña electoral, Monti regresaba de una reunión económica en Cannes para reunirse con Napolitano y analizar el momento de tensión política que atraviesa el país. El presidente del Gobierno opinaba en esa cita que la retirada del apoyo por parte del PDL "es un pequeño elemento de la dinámica política, pero muy importante", y lo vinculaba al hecho de que se aproxima el fin de la legislatura.
La reunión de Monti con Napolitano se ha producido después de que el presidente de la República mantuviese consultas informales con los líderes de las principales formaciones políticas del país. Con estas reuniones se ha querido acordar "una hoja de ruta" para acabar la legislatura sin caer en el caos y con un pequeño adelanto de las elecciones a marzo de 2013, ya que ésta concluía en abril.
En primer lugar, se tendrá que aprobar la llamada Ley de Estabilidad, con los presupuestos para el próximo año, y otras serie de medidas consideradas "indispensables" por el jefe de Estado y el Gobierno para el futuro del país, como el decreto ley de crecimiento y la ley para salvar el futuro de la acería Ilva de Taranto, que da trabajo a cerca de 20.000 personas.
La incógnita es si entre las exigencias de Napolitano a los partidos se encuentra también la de cambiar la actual ley electoral, que no convence a ninguna formación, pero no consiguen llegar a un acuerdo para modificarla.
Posteriormente se procederá a la disolución del Parlamento a mediados de enero y se votará el 10 de marzo, una fecha elegida para que coincida con las elecciones regionales en Lombardía y Molise. "La fecha del 10 de marzo me parece muy bien", ha declarado Berlusconi, a quien le quedan poco más de tres meses para poner orden en su partido, donde no a todos les ha gustado su regreso, y dar la vuelta a unos sondeos que le otorgan el 15 por ciento de los apoyos.
Por su parte, el centroizquierda, que acaba de celebrar sus primarias y ha elegido a Pierluigi Bersani como su candidato, ya está preparado para salir a conquistar el 35 por ciento de los votos que le dan las encuestas.