Sequía
La capital de Uruguay sufre la mayor sequía de los últimos 50 años.
Después de más de siete meses de sequía, el Gobierno de Uruguay ha decretado la emergencia hídrica en Montevideo, su capital. Además, las autoridades han tomado la medida de eliminar los impuestos a la importación de agua embotellada.
Esta medida se debe a que tan solo en dos días la reserva en Paso Severino ha bajado casi 200.000 metros cúbicos y ya se encuentra a menos del 2% de su capacidad. Si no llueve en 15 días los habitantes de la capital uruguaya se quedarían sin agua potable.
Montevideo y el área metropolitana tienen dos grandes fuentes de agua potable. Por un lado, el embalse de Canelón Grande, que aportaba unos 10 millones de metros cúbicos de agua, pero que ya está seco por completo; y por el otro, el de Paso Severino, donde quedan 1,2 millones de metros cúbicos y del que se utilizan 80.000 cada día.
La reserva de Paso Severiano tiene una capacidad de 67 millones metros cúbicos, pero la falta de lluvias la ha secado y en ella ya solo queda un 1,87% de agua, es decir, menos del 2%.
Desde finales de abril, el agua corriente de Montevideo y de la zona metropolitana -que alberga a unos 1,7 millones de habitantes- tiene otro sabor, otro olor y hasta diferente color. Y es que está más sucia como resultado del déficit hídrico que golpea la región desde hace tres años.
Así, el agua alcanza niveles inusitados de salinidad, ya que las autoridades duplicaron el tope de sodio autorizado por litro de agua hasta los 440 miligramos para poder garantizar el servicio.
Ante esta crítica situación, el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou ha declarado el estado de emergencia. Entre otras medidas se va a construir un embalse en el río San José. También se va a abastecer de agua gratuitamente a las poblaciones vulnerables.
Las precipitaciones abundantes podrían llegar en primavera, en el mes de septiembre. Uruguay sufre la sequía más importante en 50 años, motivo por el que los uruguayos miran al cielo y esperan desesperadamente que llueva.