Juicios
Fue condenado en 2009 por haber encerrado a su hija, haber abusado sexualmente de ella y tener siete hijos con ella que mantuvo en el sótano de la casa.
Hace unos días se avisaba: 'El Monstruo de Amstetten' pasará a una prisión para delincuentes comunes como previo paso a su libertad. El hombre que encerró a su hija durante 24 años en el sótano de su casa, la violó y tuvo seis hijos con ella ha cumplido hasta ahora sentencia en un centro especial para enfermos mentales y estaba condenado a cadena perpetua. Sin embargo, la defensa de su abogada podría poner en marcha pasos para su futura libertad.
Un tribunal de Austria ha decidido este jueves que se enviará a una prisión de delincuente comunes a Josef Fritzl, conocido por haber cometido los crímenes más abominables y haber sido condenado a cadena perpetua por ello. En 2009 se le sometió a sentencia debido a haber encerrado a su propia hija en 1984, agredirla sexualmente durante años y, producto de ello, haber tenido con ella siete hijos que mantuvo en la casa, sin que el resto de la familia lo supiera.
La decisión actual de los tres magistrados (que todavía no es firme), significa que seguirá cumpliendo su condena en prisión y ya no en el centro especial en el que estaba. Además, podrá seguir con su terapia. La defensa de Fritzl pide la libertad condicional y considera que este paso es esencial para su salida de la cárcel.
Esta decisión judicial supone que el acusado ya no tendrá que estar aislado como hasta ahora y el paso que se quiere dar ahora es que sea trasladado a una residencia de ancianos convencional. Su abogada, Astrid Wgner, ha expuesto a los jueces que sufre de una demencia senil y que, debido a su edad avanzada su sus limitaciones físicas, ya no es un peligro para nadie, según el informe previo de una psiquiatra. Wagner indica que el acusado tiene Alzheimer y necesita de andador para desplazarse.
El historial de Fritzl no comenzó con este sonado caso, sino que ya había violado en otras ocasiones y, de hecho, en 1967 fue condenado por ello.
Durante el juicio del caso de su hija, se derrumbó y admitió los hechos, sin embargo, al pasar a la cárcel, volvió a adoptar un comportamiento frío, distante y sin arrepentimiento alguno por lo ocurrido. Se cambió el nombre a Mayrhoff para evitar que el resto de reclusos le hicieran daño.
Después de cumplir más de una década de condena, publicó una biografía en la que deja constancia de sus instintos y de los motivos por el cual se le ha apodado "monstruo". Se burla de sus crímenes y señala que "ha nacido para violar". La biografía, llamada 'Los abismos de Josef F' muestra un violador no arrepentido y autocompasivo. De hecho, en alguna entrevista asegura que lo que había entre él y su hija "era amor".
La psiquiatra Adelheid Kastner le hizo varias entrevistas y gracias a conocer el pasado de Fritzl (fue maltratado), se pudo saber que quizás era la causa del comportamiento ya de adulto. Fue desarrollando fantasías en las que satisfacía sus ansias por controlar a otra persona y, pese a ser consciente que no debía hacerlo, poco a poco, "se fue corrompiendo a sí mismo".
La conclusión de la psiquiatra fue de un hombre "intelectualmente dotado pero con una tremenda ansia de poder" además de ser "discapacitado emocional". El acusado fue siempre consciente de sus actor y de que estos eran contrarios "a las reglas de convivencia humana".
La reinserción, según la psiquiatra, podría verse complicada porque su necesidad de control no se ha ido reduciendo con la edad.