Imperio Romano
Sponsian es la cara que aparece en una de las monedas encontradas en Transilvania, Rumanía. Se cree en la posible existencia de este emperador romano del siglo III.
Las monedas forman parte de la historia y han llevado las caras de muchos personajes asociados al poder o la autoridad. Se consideran un símbolo importante del que han formado parte desde reyes hasta tiranos.
Recientemente, investigadores del University College London y la Universidad de Glasgow han estudiado unas monedas que inicialmente se consideraron falsas, pero que han revelado la posible existencia de un emperador romano perdido: Sponsian.
Las monedas analizadas son muy diferentes a las monedas romanas normales, tanto en estilo como en fabricación. Estas cuentan con varias características enigmáticas, incluyendo leyendas fallidas y motivos históricamente mixtos, pero han sido reestudiadas. Durante mucho tiempo han sido descartadas, atribuyendo como motivo que se trataba de falsificaciones mal hechas, aunque en este reestudio, los resultados muestran características de autenticidad.
¿Cómo se encontraron las monedas?
Se intuye que, en 1713, en Transilvania (Rumanía), un grupo de campesinos encontró una bolsa de monedas con aspecto similar entre ellas. Tras varios estudios fallidos al aparentar tratarse de falsificaciones mal hechas, este estudio se revisó recientemente como parte de un estudio de la crisis del siglo III de Roma, teniendo en cuenta así la posible existencia del “emperador Sponsian”, según afirma un artículo publicado en la revista PLOS ONE.
Estas averiguaciones han obligado a hacer una reevaluación de Sponsian como personaje histórico. La hipótesis más probable es que fuera un comandante del ejército en la aislada provincia romana de Dacia durante la crisis militar de la década de 260 d. C., y que sus monedas apoyaban una economía monetaria en funcionamiento que persistió en la zona durante un período apreciable.
Tal y como revela el artículo, cuatro monedas de The Hunterian de la Universidad de Glasgow se identificaron como parte del conjunto y fue entonces cuando se formó la base de este estudio. Además de la historia del posible emperador, también se ha realizado un análisis químico en el que encontraron minerales en la superficie de la moneda. Estos señalaban que el dinero estuvo enterrado durante un periodo bastante largo y luego se expuso al aire. También se encontró un patrón de desgaste con el que se intuía que la moneda había estado en circulación activa.
Así se realizó el estudio
Las imágenes han sido captadas gracias a microscopios de luz visible y luz ultravioleta, realizadas en el Centro Kelvin para la Conservación y la Investigación del Patrimonio Cultural, Escuela de Cultura y Artes Creativas de la Universidad de Glasgow. También se utilizaron métodos como la microscopía electrónica de barrido o espectroscopia infrarroja.
Gracias a esta labor de investigación y análisis, podemos conocer y saber más sobre la historia de Transilvania y Rumanía, así como de la historia de Europa.