"COOPERAR O ENFRENTARSE A LA GENTE", LAS DOS VÍAS QUE LE OFRECE
"Le dije al presidente que no regresaría a casa hasta que esté satisfecho sobre mi seguridad personal, debido a la manera y el tratamiento recibido tras ser destituido", indicó Mnangagwa en un comunicado de prensa en el que no aclara su paradero. "Dados los eventos que siguieron a mi destitución el lunes 6 de noviembre", prosiguió, "los efectivos de seguridad asignados a mí en mi residencia fueron inmediatamente retirados", lo que es "contrario" al protocolo.
El antiguo "número dos" del Gobierno confirmó que está en contacto con Mugabe para avanzar en una resolución de la crisis, en su primera comunicación desde que los militares tomaran el control del país la semana pasada.
Mnangagwa es el principal candidato a sustituir a Mugabe en la presidencia del país y nuevo candidato oficialista para las elecciones presidenciales de 2018 tras ser nombrado líder del partido gobernante en sustitución del todavía jefe de Estado, de 93 años.
En una breve rueda de prensa, el jefe de las Fuerzas Armadas, Constantine Chiwenga, aseguró que ambos ya han mantenido contactos y que Mugabe ha trazado una "hoja de ruta y una solución definitiva para el país" tras su discurso televisado, en el que, al contrario de lo que se esperaba, no dimitió.
Los militares tomaron el control del país la semana pasada y desde entonces mantienen a Mugabe, en el poder desde 1980, y su familia bajo arresto domiciliario.
Precisamente la destitución de Mnangagwa -un incondicional del partido y veterano de guerra a quien se había opuesto la esposa de Mugabe, Grace, con la vista puesta en la vicepresidencia- se considera el detonante de la crisis que atraviesa el país.