En Kentucky, Estados Unidos
La llegada de Pokémon Go ha revolucionado desde los hábitos sociales hasta las bases económicas de ciertas empresas. Nintendo dobló su valor con la salida de este juego, y aunque su burbuja ya se ha desinflado, este entretenimiento de realidad virtual no deja de ser una fuente de iniciativas de las que sacar partido.
Esto es lo que ha debido pensar Miranda una niña de 10 años. Esta joven, jugadora de Pokémon Go, tuvo la idea al saber que el edificio en el que vive su hermana es una 'pokeparada'. Miranda necesitaba dinero para comprarse un móvil nuevo y, sabiendo la fiebre desatada con este nuevo entretenimiento, decidió montar un puesto de bebidas y aperitivos para los jugadores que llegan hasta ese punto cansados de tanto caminar.
Aimee Nordin, hermana de la pequeña, ha colgado en Reddit una fotografía de Miranda al frente de su prometedor 'negocio'. Además, ha declarado en The Verge que en sólo tres días ha obtenido unos beneficios de 100 dólares, más de lo que necesitaba para el teléfono, por lo que ahora sigue marcándose nuevas metas.