Alemania
El dinero destinado a cuidar la imagen de los políticos germanos deja atónitos a los contribuyentes alemanes. Las cifras proceden de la respuesta del Gobierno a una pregunta parlamentaria del partido Alternativa para Alemania.
En su primer año de gobierno en Alemania, los miembros del Ejecutivo de Olaf Scholz se han gastado un millón y medio de euros en fotógrafos, peluqueros y maquilladores. El gasto ha crecido desmesuradamente, hasta un 80%, en relación al Ejecutivo saliente de Angela Merkel.
Por orden de mayor a menor gasto, la que más invierte en el cuidado de su apariencia es la ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, miembro del partido de Los Verdes. En 2022, se gastó en cosméticos y esteticistas 136.000 euros, una mareante cifra que, realizando la oportuna división, da unos 7500 euros al mes.
El canciller Olaf Scholz destina una partida de medio millón de euros a fotógrafos profesionales, un gasto muy elevado, pero que podría justificarse por lo relevante de su cargo y el gran número de compromisos que tiene. Mucho más difícil es hacer comprender a los contribuyentes que su maquilladora ingresa 40.000 euros al año por conseguir que el mandatario alemán luzca 'bonito' en sus apariciones públicas.
Otro que no para en gastos es el vicecanciller y ministro de Economía, Robert Habeck, también de Los Verdes: casi mil euros mensuales destina a estilismo y maquilladores. Además, la cifra pagada por las fotos asciende a 83.000 euros anuales.
Los casos de Macron y Trump
No son los políticos alemanes los únicos preocupados por su imagen en sus apariciones públicas. El primero del que se conoció un gran interés por el cuidado personal fue Emmanuel Macron. La revista francesa 'Le Point' desveló que el presidente de Francia gastó 26.000 euros en servicios de maquillaje solo en sus primeros tres meses en el cargo, pagados por los ciudadanos franceses en 2017.
En Estados Unidos el expresidente Donald Trump gastó unos 10.000 dólares en maquillaje para su círculo más cercano asistente a su toma de posesión en 2017. También imputó como gastos deducibles unos 70.000 dólares por peluquería durante las grabaciones del programa de televisión 'The Apprentice', en el que ponía a prueba a candidatos a un puesto de trabajo.