El ministro de Exteriores ruso asegura que hay posibilidad de acuerdo con Occidente sobre las exigencias de Moscú

El final del conflicto entre Ucrania y Rusia podría estar cada vez más cerca según ha insinuado este lunes el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, en declaraciones ante la prensa, en las que ha asegurado que tanto Estados Unidos como la OTAN estarían dispuestas, llegado el caso, a aceptar las garantías de seguridad que demanda Moscú.

Ocurre, sin embargo, que esas garantías de seguridad pasan, sobre todo, porque Ucrania no se una a la OTAN, algo que Washington y la propia Alianza Atlántica no ven con buenos ojos pues entiende que cualquier estado soberano puede unirse a dicho organismo siempre y cuando cumpla con los requisitos necesarios.

En ese sentido, el Kremlin ha indicado, también este lunes, que el hipotético rechazo de Ucrania -que sigue entrenando militarmente a sus civiles ante una posible ocupación rusa- a la idea de ingresar en la OTAN ayudaría a Occidente a responder de una forma "sustancial" a las preocupaciones de seguridad rusas.

El rechazo de Kiev a unirse a la OTAN, clave

"Por supuesto, de alguna manera el rechazo confirmado de Ucrania a la idea de unirse a la OTAN sería un paso que contribuiría significativamente a formular una respuesta más sustancial a las preocupaciones rusas", ha indicado ante los medios de comunicación el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria.

Peskov respondía así a unas declaraciones del embajador ucraniano ante el Reino Unido, Vadym Prystaiko, quien, a su vez, dijo la semana pasada que Ucrania podría abandonar su intento de unirse a la OTAN para evitar una confrontación militar con Rusia.

En una entrevista con la BBC, el diplomático indicó que su país sería "flexible" sobre su objetivo de sumarse a la alianza militar occidental y recalcó que Ucrania es un país "responsable", después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, amenazase con un conflicto armado si eso llegase a concretarse.