SE BUSCA EVITAR EL CONTRABANDO
Alrededor de un millón de venezolanos se han apuntado al Sistema de Abastecimiento Seguro, un plan del Gobierno de Nicolás Maduro que incluye la instalación de máquinas de identificación de huellas dactilares para controlar quién compra y cuánto compra.
El ministro de Alimentación, Yván Bello, ha detallado que hasta ahora se han apuntado un total de 1.175.630, pero ha confiado en que la cifra aumente a medida que se vayan instalando las llamadas máquinas "captahuellas" en todo el país.
Bello ha indicado que la instalación correrá a cargo del Poder Electoral. "Redoblaremos los esfuerzos e iremos a cada rincón de Venezuela para proteger los alimentos del pueblo, para evitar compras nerviosas y malintencionadas", ha dicho, según informa AVN.
El pasado mes de agosto, Maduro anunció la implementación de un Sistema Biométrico, que supone la instalación de lectores de huellas dactilares. De momento, ya funciona en la red pública de supermercados y en los privados de la frontera.
El objetivo de este polémico plan es evitar que una misma persona compre grandes cantidades de alimentos para posteriormente revenderlos en el mercado negro o introducirlos de contrabando en Colombia, donde un kilo de harina puede venderse seis veces más caro.
La oposición ha criticado la medida, advirtiendo de que es una forma de imponer el racionamiento de los alimentos para evitar que la crisis de abastecimiento se agudice llevando a una falta absoluta de productos básicos.
Desde hace un año, Venezuela sufre una grave crisis de abastecimiento de productos básicos que el Gobierno de Maduro ha achacado a la supuesta "guerra económica" lanzada por sectores opositores, en concreto, al uso fraudulento de las divisas.
Por otro lado, la Comisión Nacional de Lucha contra el Contrabando ha anunciado que en lo que va de año, se han recuperado 26.700 toneladas de alimentos y 53,9 millones de litros de combustible.