SUSPENDEN LA CONSTITUCIÓN E INSTITUCIONES
Konauré, que leyó dos comunicados en la televisión estatal, controlada desde ayer por militares amotinados, aseguró que los rebeldes han constituido un Comité Nacional por la Recuperación de la Democracia y la Restauración del Estado (CNRDRE), presidido por el capitán Amadou Haya Sanogo. En un primer mensaje Konaré decretó la disolución de todas las instituciones del estado y la suspensión de la Constitución.
En su alocución, la primera desde la irrupción, la tarde de ayer, de la señal de la radio y la televisión públicas, Konaré denunció la incapacidad del Gobierno de solucionar la crisis del norte del país, donde el grupo independentista tuareg Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA) se levantó en armas en enero. Asimismo, lo acusó de ser incapaz de hacer frente al terrorismo y de no poder dotar al Ejército de los medios suficientes para desarrollar su labor.
El norte de Mali, cuya independencia es reclamada por el MNLA, es también uno de los principales refugios en la región del grupo terrorista Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI). No obstante Konaré ha señalado que el CNRDRE no tienen intención de "confiscar" poder. Esta alocución que había sido anunciada a primeras horas de la madrugada y que se pospuso debido a problemas técnicos, coincide con detenciones de miembros del Gobierno, según dijo una fuente cercana a los militares amotinados. La guarnición de Kati se amotinó hoy como protesta por la decisión de las autoridades de movilizarla para participar en los combates contra la insurgencia independentista tuareg, que lucha contra el Ejército de Mali en el norte del país desde el pasado 17 de enero.
El desencadenante de la situación fue al parecer la visita al acuartelamiento del ministro de Defensa, Sadio Gassama, para hablar a los reclutas sobre el conflicto con el Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA), que reclaman la autodeterminación de ese territorio. Gassama fracasó en su intento de calmar los ánimos de los militares y sus familiares, que el pasado 1 de febrero ya protagonizaron disturbios en protesta por la situación del conflicto y el estado de las tropas. Además de la crisis de seguridad y la rebelión tuareg, que ha forzado a casi 200.000 personas a abandonar sus hogares en dirección a otras zonas del país o a los estado vecinos, la hambruna amenaza a al menos a tres millones de malienses, según la ONU.