EL VICERRECTOR DENUNCIA LA MEDIDA
La Agencia de Fronteras de Reino Unido ha indicado que no se está comprobando la asistencia de los estudiantes inscritos en dicha universidad y que, por lo tanto, los estudiantes extracomunitarios no tendrían derecho a permanecer en suelo británico ya que no se está comprobando que sean estudiantes.
El presidente de Universidades del país quiere buscar alternativas
Como resultado, el centro no podrá pedir que se concedan visados a sus estudiantes. La universidad ya ha declarado que intentará que la Agencia de Fronteras dé marcha atrás en su decisión.
Los 2.000 estudiantes que no pertenecen a la UE y que estudian en este centro temen ahora ser expulsados de Reino Unido. La universidad ha puesto en marcha un equipo para encontrar alternativas, ya que si estas personas no obtienen el visado de estudiantes podrían ser deportadas.
El Gobierno británico ha señalado que esperará a que la universidad recoloque a los estudiantes en otros centros antes de que la Agencia de Fronteras les comunique que tienen 60 días para abandonar el país. Sin embargo, el Ministerio del Interior no ha podido precisar cuánto tiempo les dará.
El ministro de Inmigración, Damien Green, ha explicado que la Universidad Metropolitana no ha podido corregir algunos fallos que ya se les comunicaron anteriormente. Según Green, se ha comprobado que 20 de 50 estudiantes que han interrogado no llegaban al nivel mínimo de conocimiento de la lengua inglesa para estudiar, y en 250 casos estudiados, la universidad no ha podido señalar si el 57% de ellos acudía a clase.
El profesor Malcolm Gillies, vicerrector de la universidad, ha indicado que el centro intentará revertir la decisión de la Agencia de Fronteras. "Puedo llegar a decir que la ha reescrito las normas sobre esta cuestión, lo que supone un motivo de preocupación para todas las universidades de Reino Unido", ha denunciado.
Decenas de estudiantes se han congregado este jueves frente a la residencia del primer ministro, David Cameron, con las bocas tapadas. Emmanuel Egwu, uno de los estudiantes, ha indicado que a gente está "muy asustada". "¿Qué es lo que va a pasar ahora?", se ha preguntado.
El Sindicato Nacional de Estudiantes ha escrito una carta a Cameron y a la ministra del Interior, Theresa May, para "expresar su enfado por la forma en la que se han tomado las decisiones en las últimas semanas" y ha reiterado "los efectos catastróficos que tendrán sobre la educación universitaria".
El presidente de Universidades de Reino Unido, Eric Thomas, ha indicado que existen formas alternativas de atajar las preocupaciones en vez de "quitar la licencia a una universidad, que debería ser una acción de último recurso".