QUEMADAS 4.000 HERCTÁREAS
El fuerte viento, con rachas de hasta 70 kilómetros por hora, aviva el fuego. Las llamas cercan las viviendas.
En la noche de este martes, 7.000 personas han tenido que abandonar sus hogares y otras 3.000 han sido evacuadas de los campings: "Todo ha pasado muy rápido, no sabemos qué hacer, hemos perdido nuestras cosas", cuenta un vecino de la zona.
La región de Var, una de las más turísticas de Francia y cuya población de triplica en verano es de las más afectadas. Ardían 800 hectáreas: "Hemos usado palas, rastrillos, todo lo que teníamos a mano para intentar frenar el fuego de cualquier manera". Más de 500 bomberos trabajan a destajo en la zona para combatir las llamas, ocho han resultado heridos. Han conseguido que "la amenaza está bajando y el fuego ya no pasa por el pueblo, se empieza a controlar".
En la isla de Córcega, también cientos de efectivos continúan activos. Allí 15 policías han resultado intoxicados.
El calor y la falta de lluvia complican el trabajo de los más de 2.000 bomberos y 31 hidroaviones que vuelan sin descanso. Desde el lunes se han quemado 4.000 hectáreas.