PIDEN LA DIMISIÓN DEL PRESIDENTE MUBARAK
Grupos de manifestantes que participaban en una protesta pública en la ciudad egipcia de Suez quemaron una comisaría durante unos disturbios que ocasionaron diez heridos, informaron fuentes de los servicios de seguridad.
El tercer día de protestas en Egipto eleva el número de muertos hasta, al menos, seis y ya son cientos los heridos y miles las personas detenidas por la policía.
En la principal plaza de Suez se produjo una gran concentración en la que la policía intentó dispersar a los manifestantes con balas de goma y gases lacrimógenos.
Diez de los participantes en la protesta terminaron en un hospital de la localidad para ser atendidos por las lesiones recibidas.
Asimismo, hubo otras manifestaciones en la ciudad de Ismailía, al borde del Canal de Suez. Allí, jóvenes militantes del Movimiento opositor 6 de Abril y de otros grupos opositores chocaron con la policía al acercarse a la sede del Gobierno regional.
En Alejandría, la segunda ciudad más importante del país, a orillas del Mediterráneo, hubo otra manifestación, en esta ocasión pacífica, que se desarrolló por el centro de la localidad y en la que participaron miles de personas.
El Cairo y otros lugares del país vienen siendo escenario desde el martes de una serie de protestas políticas contra el régimen de Hosni Mubarak, inspiradas en las manifestaciones que terminaron con la caída del presidente tunecino, Ben Ali.
Las autoridades están poniendo en libertad desde las últimas horas a decenas de detenidos, aunque otros están siendo trasladados a los tribunales para responder ante la justicia por desórdenes públicos. Se espera que mañana, viernes, día festivo en Egipto, las protestas políticas se intensifiquen cuando concluyan las oraciones del mediodía.
El político opositor egipcio Mohamed ElBaradei ha defendido este jueves que ha llegado el momento de que el presidente Hosni Mubarak, de 82 años, "se jubile" y ha vaticinado para mañana grandes manifestaciones de protesta, coincidiendo con la oración del viernes.
El premio Nobel de la Paz, que se dispone a regresar a su país, ha precisado que su papel no es liderar las protestas que se están viviendo en los últimos días en El Cairo y otras ciudades sino gestionar el cambio políticamente.
"Ha servido al país durante 30 años y ha llegado el momento de que se jubile", señaló el ex director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) en declaraciones a Reuters desde Viena, desde donde tiene previsto viajar a El Cairo.
"El viernes va a haber, creo, una gran manifestación en todo Egipto y yo estaré allí con ellos", adelantó, pidiendo que las protestas sean pacíficas.