4.500 VIVIENDAS AMENAZADAS
Miles des bomberos con apoyo de aviones cisterna siguen tratando de contener el gigantesco incendio declarado en California hace una semana que amenaza miles de viviendas en el Parque Nacional de Yosemite y la reserva que provee de agua a San Francisco.
El gobernador de California, Jerry Brown, declaró el estado de emergencia en San Francisco mientras las llamas se hallaban a menos de seis kilómetros del embalse del que procede el 85% del agua que consume esa ciudad. San Francisco se encuentra unos 315 kilómetros al oeste del incendio pero obtiene buena parte de su suministro de energía eléctrica de la región afectada por las llamas.
El llamado "Rim Fire" duplicó su devastación en un día alcanzando durante la noche pasada unas 51.000 hectáreas. En la región hay vientos de 20 kilómetros por hora y el índice de humedad está por debajo del 30%, informó el Servicio Meteorológico Nacional. Según las autoridades el fuego se inició hace siete días en el Parque Nacional Stanislaus que, junto con el Yosemite, se cuenta entre las principales atracciones turísticas del Estado.
Unas 4.500 viviendas y otros edificios están amenazadas por el incendio contra el cual bregan más de dos mil bomberos con el apoyo de aviones cisterna y helicópteros desde donde se riegan agua y compuestos químicos que retardan la combustión.