SE MUEVEN CON TOTAL IMPUNIDAD
Los herederos de los grandes capos mexicanos se divierten sin pudor en la calle. Temidos e inaccesibles durante décadas, ahora sus hijos muestran en las redes sociales su inmenso poder.
Presumen de armas forradas de piedras preciosas, coches de alta gama y fajos de billetes. Se exhiben con total impunidad porque los políticos y policías están en su nómina.
Los narcos tienen su propio museo y una legión de seguidores que les admiran y cantan sus hazañas.