EN UNA COMPARECENCIA
La canciller alemana, Angela Merkel, ha condenado este jueves los atentados yihadistas cometidos en Baviera, que calificó de ataques contra un "modelo de sociedad abierta", además reafirmó su convicción de que el país superará la "prueba histórica" de la acogida de refugiados.
A los que cometieron los atentados de Würzburg y Ansbach "no les importó nada que haya refugiados que de verdad precisan nuestra protección", apuntó Merkel, en una comparecencia tras los ataques cometidos el 18 de julio y el pasado domingo en dichas ciudades de Baviera, en ambos casos por peticionarios de asilo.
Merkel situó estos ataques del "terrorismo yihadista" al nivel de los que recientemente sacudieron la ciudad francesa de Niza o la estadounidense de Orlando. A su juicio, esos ataques pretenden poner a prueba la libertad y la unidad de la sociedad, por lo que la respuesta debe ser "no desviarse" del camino emprendido.
Los autores de los atentados de Baviera se "burlaron" de su país de acogida, de los miles de refugiados que viven en Alemania y de los voluntarios que los atienden con la intención de quebrar la voluntad de acogida y hay que enfrentarse a ellos, subrayó.
Tras enumerar las medidas de seguridad en marcha, no anunció por ahora iniciativas adicionales hasta analizar en profundidad la situación, pero afirmó que se hará "todo lo humanamente posible" para garantizar la seguridad.
Merkel dijo que Alemania y Europa se enfrentan a una "prueba de fuego" y reconoció que muchos ciudadanos se preguntan si se superará con éxito.