NO SE ADOPTARÁN DECISIONES
La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, evocaron el legado de Charles De Gaulle ante los retos que tiene Europa y recordó los progresos que se han logrado en la integración desde el fin de la guerra.
Merkel habló en un acto para conmemorar el cincuentenario de la amistad germano-francesa en Ludwigsburg (suroeste de Alemania), el mismo lugar donde De Gaulle pronunció en septiembre de 1962 un discurso en el que aseguró que el futuro de Europa estaba en las manos de la juventud francesa y alemana.
"Cuando De Gaulle pronunció su discurso yo tenía 8 años, vivía en Brandeburgo, en la antigua RDA, el muro de Berlín tenía un año y la división de Alemania parecía cimentada", dijo Merkel.
"En ese entonces, la idea de que algún día yo hablara ante ustedes como canciller de una Alemania unida era una utopía irrealizable", agregó. "El que ello haya sido posible, tiene que ver con el proceso de integración que empezó con los tratados de Roma", dijo Merkel, quien advirtió que "por grandes que sean los retos actuales, los europeos estamos unidos para nuestra felicidad".
Hollande, por su parte, recordó el discurso de De Gaulle y también el papel del primer canciller de la posguerra, Konrad Adenauer, en el proceso de reconciliación franco-alemana tras dos guerras mundiales. "Ambos querían la paz entre nuestras naciones, no para su generación sino para siempre. Se llamaban Charles De Gaulle y Konrad Adenauer", dijo Hollande.
En su discurso de hace cincuenta años, De Gaulle, según recordó Hollande, dijo que "la amistad franco-alemana debía ser la piedra angular sobre la que se debía construir no sólo la unidad de Europa sino también la libertad del mundo". "Ahora Europa no tiene guerras, eso lo hemos dejado atrás, pero tenemos otros retos. La respuesta a esos retos es más Europa. Europa derrotará a la crisis", dijo Hollande.
"Hay que introducir la supervisión bancaria, hay que estabilizar la eurozona y hay que crear una nueva gobernabilidad para Europa. Es el momento de profundizar nuestras relaciones para que Europa tenga instituciones que respondan a los retos actuales", agregó el presidente francés. Hollande terminó su discurso en alemán y Merkel el suyo en francés, como una muestra de la amistad entre los dos países que el presidente de Francia comparó con "un viejo matrimonio".
En un encuentro con los medios, esta semana, la propia Merkel calificó de "relativamente improbable" que el Banco Central Europeo (BCE) pueda empezar a supervisar al sector financiero en enero de 2013, frente al propósito de Bruselas y algunos países, como España, en esa dirección.