Casa Real británica
Anunciar que padece cáncer ha sido difícil para Kate Middleton. Ella ha explicado que sus prioridades eran proteger a sus hijos y mantener la privacidad.
El estado de la princesa de Gales, Catalina, ha sido objeto de numerosas conjeturas y teorías de la conspiración en los últimos dos meses, desde que se hiciera público su ingreso en un hospital de Londres, The London Clinic, para someterse a una "operación abdominal" el pasado 16 de enero.
Ayer, mediante un comunicado, la princesa hizo público que los médicos aconsejaron un tratamiento preventivo de quimioterapia. Kate Middleton ha medido las palabras a la hora de comunicar su enfermedad. Términos como "tratamiento preventivo" no son otra cosa que dosificación de quimio en varios ciclos para evitar que el cáncer reaparezca.
La princesa utilizó también frases de optimismo como "todo va a ir bien". Dirigidas, sobre todo, a sus hijos de diez, ocho y cinco años. Los expertos en psicología oncológica recomiendan adaptar el lenguaje para explicar la enfermedad a las diferentes edades de los menores, pero nunca mentir.
Si la situación médica no es buena, es preferible explicarla antes de que los menores imaginen y sufran pensando algo que quizás no se ajuste la realidad. También es muy importante estar preparados para responder a preguntas difíciles como "¿te vas a morir?"
Los enfermos oncológicos tienen que prepararse para saber cómo, cuándo y cuánto tienen que contar sobre la enfermedad a sus familiares.
La propia Katte Middelton ha confesado en su discurso que uno de los momentos más difíciles y meditados ha sido tener que contar a George, Charlotte y Louis que estaba enferma. Ha agradecido el apoyo de su marido el príncipe William y ha enviado un mensaje de apoyo a todos los que están pasando por la misma enfermedad.
Comunicarlo, según los psicólogos expertos es bueno para conseguir empatía por parte de quienes la rodean y evitar todos los rumores que se han provocado en torno a ella y su vida marital. Kate Middelton ha pedido privacidad y tiempo para recuperarse.
Cuando ingresó para su operación en la London Clinic, Palacio dijo que no se trataba de cáncer y aseguró después que la intervención había sido un éxito, si bien indicó que ella no reaparecería en público hasta después de Pascua.
Desde entonces estuvo convaleciente en la residencia de la familia en Windsor (a unos 40 kilómetros de Londres), rodeada de un aura de misterio que provocó todo tipo de teorías conspiranoicas en las redes sociales, que se agravaron cuando el 10 de marzo ella publicó en X una foto con sus hijos que admitió que había retocado.
El pasado lunes, 'The Sun' difundió un vídeo en el que se veía a la pareja paseando tras hacer compras en una granja cerca de su casa, ella sonriente, aunque bastante delgada.
Con su mensaje de este viernes, confían en que se acallarán las conjeturas, aunque, dado el interés que despiertan en todo el mundo, esto no está garantizado.
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