Estados Unidos
El presidente de EEUU ha anunciado un segundo portaaviones rumbo a Israel pero advierte de la situación que está viviendo el pueblo palestino.
Las posibles consecuencias de la guerra entre Israel y Hamás están movilizando la diplomacia internacional. En las últimas horas Rusia ha pedido una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU y EEUU, principal aliado de Tel Aviv, ha enviado un segundo portaaviones a la zona. La brecha entre bloques se ensancha en medio de las peticiones a respetar el derecho internacional.
La administración estadounidense no oculta su preocupación sobre que el conflicto se extienda. Por eso el envío del segundo portaaviones al Mediterráneo. Es un mensaje claro a Irán y a quienes puedan apoyar al grupo islamista Hamás. El presidente de EEUU, Joe Biden, sigue multiplicando sus mensajes. El último ha ido dirigido a Israel sobre la situación dramática del pueblo palestino.
"Las familias palestinas inocentes y la gran mayoría no tienen nada que ver con Hamás", ha manifestado Biden. Asevera que "están siendo utilizadas como escudos humanos" en los incesantes bombardeos de las fuerzas de Israel.
Este segundo grupo de portaviones estará liderado por el USS Dwight D. Eisenhower. Se trata de un sofisticado buque de propulsión nuclear que ha participado en las operaciones estadounidenses en Irak y Afganistán.
Irán y Estados Unidos son los grandes actores secundarios que observan lo que está ocurriendo en Oriente Próximo. Teherán celebró los ataques de Hamás y ha instado a Israel a cesar la ofensiva en Gaza o de lo contrario se verán obligados a actuar. El régimen de los Ayatolás es el gran rival de Israel en materia geopolítica, militar, religiosa y política. Los chíitas sacan pecho de haber financiado a Hamás.
Mientras, desde que se desencadenó el horror en Israel y Gaza, Estados Unidos ha ido mandando mensajes indirectos a los iranís. Han advertido "a cualquier actor hostil a Israel que pretenda aprovecharse de la situación". Es una clara alusión al grupo chíi libanés Hezbolá, apoyado por Irán, y al propio país persa.