CAOS EN EL CONTROL AÉREO
Los aeropuertos británicos volvieron a operar con normalidad tras los retrasos y cancelaciones de vuelos del viernes debido a un fallo informático sin precedentes en el sistema de control aéreo del Reino Unido.
El Servicio Nacional de Tráfico Aéreo británico (NATS, por sus siglas en inglés) informó de que los problemas estuvieron causados por un "fallo en el sistema no visto con anterioridad", lo que impidió a los controladores aéreos acceder a todos los datos sobre los planes de vuelos de los aviones.
Aunque los principales aeropuertos cancelaron esta mañana algunos vuelos, especialmente en los londinenses de Heathrow y Gatwick, las terminales informaron de que operan ya con normalidad. "No vislumbramos más alteraciones importantes en nuestros vuelos para lo que queda del día", señaló un portavoz de British Airways (BA), mientras que la aerolínea de bajo coste easyJet indicó que operan un programa completo de vuelos sin alteraciones.
Los aeropuertos vivieron el viernes una jornada de caos después de que un fallo informático en el centro de control aéreo de Swanwick, en el condado de Hampshire (sur de Inglaterra) provocó restricciones en los despegues y aterrizajes de aviones.
La avería, que se prolongó durante una hora, obligó a muchas aerolíneas a cancelar y retrasar numerosos vuelos, en una época del año en que las terminales operan al máximo de su capacidad por el comienzo de las vacaciones navideñas para miles de personas.
El NATS explicó hoy que su "prioridad es mantener una operación segura para las personas que viajan, de modo que cuando se produjo el fallo, tomamos inmediatamente medidas para reducir el tráfico". Asimismo, El NATS aclaró que los controladores tenían comunicación con los aviones en todo momento durante el tiempo que duró el problema y "en ningún momento" la seguridad se vio comprometida.
Además de los aeropuertos londinenses, los escoceses de Aberdeen y Edimburgo y los del norte de Inglaterra, entre ellos el de Manchester, se vieron afectados por el fallo. El ministro británico de Transporte, Patrick McLoughlin, calificó el problema de "inaceptable" y consideró que cualquier alteración en el sistema de aviación del Reino Unido es "un asunto de gran preocupación, especialmente en esta época del año de cara a la temporada de vacaciones" navideñas.
"Una alteración de este tipo es simplemente inaceptable y he pedido a NATS una explicación completa de este incidente. También quiero saber qué pasos se tomarán para impedir que esto vuelva a ocurrir", declaró McLoughlin a los medios británicos.
El NATS descartó que el fallo estuviese provocado por un ataque informático o un problema en el suministro eléctrico. La presidenta del Comité de Transporte de la Cámara de los Comunes, Louise Ellman, dijo que el lunes pedirá la comparecencia del ministro de Transporte para explicar lo que pasó.
"Estoy muy preocupada por esta importante caída en el control del tráfico aéreo y el impacto que esto ha tenido en los aeropuertos, las aerolíneas y los pasajeros", añadió Ellman a los medios locales. "En esas circunstancias, la seguridad es lo más importante, pero es vital establecer lo que pasó ayer, y lo que el NATS tiene que hacer para impedir que el mismo problema vuelva a ocurrir en el futuro", subrayó.
El centro de Swanwick, inaugurado en 2002 y cuyo coste de construcción fue de unos 623 millones de libras (784 millones de euros), emplea a 1.300 controladores aéreos y es responsable de vigilar 5.000 vuelos diarios, especialmente en el sur de Inglaterra.
Esta no es la primera vez que hay problemas en el control aéreo, pues un problema técnico afectó despegues y aterrizajes en 2008 y otra vez el pasado verano.