SEGÚN LOS PRIMEROS INDICIOS SE ATRIBUYE EL ATAQUE A PKK
Al menos 11 policías han muerto y otras 78 más han resultado heridas por la explosión de un camión bomba junto a un cuartel policial en la localidad de Cirze, en el sureste de Turquía, según fuentes hospitalarias.
La cadena de televisión NTV ha mostrado una gran columna de humo en el lugar de la explosión. Hasta el lugar de los hechos han llegado numerosas ambulancias.
El camión bomba explosionó en un puesto de control a unos 50 metros de la entrada del edificio de la policía antidisturbios. Cuatro de los heridos se encuentran en estado crítico y las fuerzas de seguridad han lanzado una operación para dar con los responsables del atentado.
La deflagración ha sido muy potente y la comisaría ha quedado prácticamente reducida a escombros, mientras que edificios cercanos han sufrido también daños. Según algunos medios, después de la explosión se produjo un intercambio de disparos entre atacantes y fuerzas de seguridad.
Las autoridades turcas han impuesto un apagón informativo sobre el atentado, para evitar que se filtre información sobre la investigación o se publiquen imágenes de las víctimas.
Cizre está situada en Sirnak, una provincia fronteriza con Siria e Irak y poblada mayoritariamente por kurdos. La agencia estatal Anatolia ha responsabilizado del ataque al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que ha llevado a cabo ataques casi a diario en la región en los últimos tiempos.
El PKK es considerado una organización terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea. Desde que tomó las armas para la creación de un estado kurdo en el sureste del país en 1984 más de 40.000 personas han muerto.