Líbano
El Ministerio de Salud del Líbano declara "alerta máxima" tras el incidente que ha dejado nueve muertes y casi tres mil heridos, entre ellos el embajador de Irán.
El Líbano se vio sumido en el caos este martes cuando la explosión simultánea de numerosos mensáfonos, dispositivos utilizados por miembros del grupo militante Hezbollah, en varias regiones del país ha dejado al menos nueve muertos y 2.800 heridos, 200 de ellos en estado grave, en varias regiones del país. Ha sido calificado como un "incidente hostil de seguridad sin precedentes" por la Agencia Nacional de Noticias (ANN).
Entre los fallecidos, se encuentran el hijo de un parlamentario libanés, Ali Ammar, y una niña que murió en el distrito de Baalbek, en el noreste del Líbano. La menor ha sido identificada como Fatima Jaafar Abdullah, y falleció cuando el busca de su padre explotó "a su lado".
Este suceso, ha afectado principalmente a las áreas controladas por el grupo chií Hizbulá. Las explosiones se produjeron simultáneamente en diferentes lugares, incluyendo el sur de Beirut y el valle de la Bekaa, así como en áreas cercanas a Damasco, Siria. Según fuentes de seguridad libanesas, los dispositivos estallaron debido a un sobrecalentamiento y fueron detonados a distancia.
El Ministerio de Salud Pública del Líbano emitió un comunicado urgente informando sobre la llegada masiva de heridos a los hospitales del país. Las lesiones, según las primeras investigaciones, están directamente relacionadas con la explosión de dispositivos inalámbricos en posesión de las víctimas.
"Una gran cantidad de personas con heridas diversas están llegando a los hospitales libaneses", afirmó el ministerio, que también activó el nivel de "alerta máxima" en todos los hospitales de las zonas afectadas para prepararse ante una emergencia sanitaria.
La Cruz Roja libanesa se ha movilizado rápidamente, desplegando más de 50 ambulancias para atender a los heridos de las explosiones. Además, la organización puso en alerta máxima a otros 300 miembros de su personal médico de emergencia, quienes están listos para participar en las evacuaciones y brindar atención médica a los heridos.
Las primeras estimaciones sugieren que alrededor de 1.200 personas relacionadas con Hizbulá, también conocido como el "Partido de Dios", se han visto afectadas por este incidente. Un portavoz del grupo lo ha calificado como la "mayor brecha de seguridad hasta la fecha" que ha sufrido la organización chií.
Una fuente cercana a Hizbulá ha sugerido a la Agencia France-Press que el suceso podría ser resultado de un "pirateo israelí". Esta afirmación ha generado especulaciones sobre la posibilidad de un ataque cibernético dirigido específicamente contra la infraestructura de comunicaciones del grupo.
El incidente ocurrió mientras el Gabinete de Ministros se encontraba reunido en Beirut. El primer ministro, Najib Mikati, respondió rápidamente ordenando la salida inmediata del titular de Salud Pública, Firas Abiad, para que liderara la respuesta a la crisis.
Estos 'buscapersonas' fueron comprados y repartidos recientemente por el grupo Hezbollah. Han explotado a la misma hora, lo que apunta a que ha sido un ataque coordinado masivo. La mayoría de las heridas han sido en las manos, en el costado junto a la pierna, cerca de los bolsillos donde se guardan estos dispositivos.
"Han convertido las baterías de litios en explosivos alterando el sistema de carga. Con lo cual han conseguido saturar las baterías y que hacer explotaran", explica Manuel Huerta, experto en Ciberseguridad.
El Ministerio de Salud ha emitido una advertencia a todos los ciudadanos que posean aparatos de comunicación inalámbricos, instándoles a mantenerse alejados de estos dispositivos hasta que se esclarezca la situación. Esta medida preventiva busca evitar más lesiones mientras se investiga la causa exacta de las explosiones.
Esta serie de explosiones de localizadores en Líbano ha dejado más de mil heridos, incluyendo al embajador de Irán, Mojtaba Amani. El incidente, calificado como la "mayor brecha de seguridad" por Hezbolá, ocurrió en áreas controladas por el grupo chií en el sur del Líbano y Beirut.
Fuentes de seguridad informan que entre los afectados se encuentran combatientes de Hezbolá y personal médico, según Reuters. La agencia iraní Mehr confirmó que Amani sufrió heridas "superficiales" y está siendo atendido en un hospital. Testigos reportaron explosiones continuas hasta 30 minutos después de los estallidos iniciales.
El Gobierno ha hecho un llamado urgente a todo el personal médico para que se presente en sus centros de trabajo tras este incidente masivo que ha dejado cerca de tres mil heridos. Además, solicita a la población que facilite el paso de ambulancias y vehículos de emergencia por las carreteras. Asimismo, se instruye a todos los hospitales a atender a todos los heridos sin excepción.
Desde el inicio de la guerra en Gaza, se vive una alta tensión entre Líbano e Israel, que han intercambiado fuego casi a diario. El líder de Hezbolá, Hasán Nasrala, había advertido previamente sobre los riesgos de usar dispositivos electrónicos debido a posibles rastreos israelíes.
Hasta el momento, el Ejército israelí no ha comentado sobre el incidente.
Los beepers, mensáfonos o buscapersonas son dispositivos diseñados para recibir mensajes cortos a través de señales de radio. Equipados con pantallas de cristal líquido, estos aparatos muestran mensajes numéricos o alfanuméricos y cuentan con alertas vibratorias y sonoras para notificar a los usuarios.
Utilizan tecnología de radio para comunicarse con centros de control. Su principal ventaja es su capacidad de funcionar en áreas con interferencias o dentro de edificios, donde las señales de telefonía móvil pueden ser débiles. Existen modelos unidireccionales, que solo reciben mensajes, y bidireccionales, que pueden enviar y recibir información.
El nombre "beeper" proviene del pitido característico que emitían al recibir una notificación. Aunque su uso ha disminuido drásticamente con la llegada de los smartphones, los buscapersonas mantienen ventajas frente a estos dispositivos.
Utilizan transmisores más potentes, capaces de enviar señales a mayores distancias sin depender de redes móviles. Además, funcionan con baterías reemplazables de larga duración, superando a los smartphones en este aspecto y son significativamente más económicos.
Se utilizan en diversos sectores: En salud, lo hacen en hospitales y residencias de ancianos como sistemas de llamada para enfermeras y dispositivos de alerta para personas mayores. En seguridad, funcionan como botones de pánico o SOS en situaciones de emergencia. Y en hostelería, se usan para notificar a los clientes cuando su mesa está lista.
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