NUEVAS PROTESTAS PARA ESTA JORNADA
Los muertos por el atentado suicida de este domingo a la salida de la misa dominical en una iglesia de la ciudad de Pesháwar, en el noroeste de Pakistán, ascienden a 78 y el número de heridos supera el centenar.
"Hay numerosos heridos que aún se encuentran en estado crítico", afirmó un responsable policial local, Afsad Khan, quien añadió que "la situación en la ciudad es normal y no hay prevista ninguna medida especial de seguridad por el ataque de ayer".
Pesháwar y otras localidades paquistaníes, incluida Islamabad, fueron la pasada jornada escenario de nutridas protestas de la comunidad cristiana contra el que ha sido el mayor ataque contra esta minoría religiosa en el país asiático. Este lunes, en la capital se producen nuevas concentraciones que han entorpecido el tráfico matinal.
Los relatos de algunos supervivientes del ataque en la Iglesia de Todos los Santos, situada en el área de la Puerta de Kohat, reflejan como los suicidas dispararon y lanzaron granadas antes de detonar sus explosivos en la puerta del templo.
La minoría cristiana, de entre cuatro y cinco millones de personas, no ha sido objetivo habitual de las milicias yihadistas, aunque sí de disturbios ocasionales azuzados por líderes religiosos de bajo rango. El atentado ha concitado críticas tanto del Gobierno federal como del Ejecutivo regional, comandado por el partido del excriquetista y líder populista Imrán Khan, pero a decir de los medios locales ha tomado al estamento político con el paso cambiado.
Tanto el partido de Khan como la Liga Musulmana del primer ministro, Nawaz Sharif, se han mostrado firmes partidarios del diálogo con la principal agrupación talibán, el TTP, pero esta masacre parece dejar esas intenciones en punto muerto.