en la localidad de Millas
Cuatro niños murieron y once personas más resultaron heridas graves por la colisión de un autobús de transporte escolar con un tren cerca de Perpiñán, en el sureste de Francia. Son datos actualizados este viernes por las autoridades policiales galas.
Otras nueve personas están hospitalizadas con heridas de menor gravedad, dijo el jefe del Gobierno desde el municipio de Millas, en el que ocurrieron los hechos a las 16.06 de la tarde (15.06 GMT) en un paso a nivel con barrera de la localidad. Philippe, que habló de un "drama terrible", señaló que las causas del accidente están "por determinar", para lo que se han abierto dos investigaciones, una judicial y otra administrativa.
El primer ministro señaló que todos los heridos están siendo atendidos en diversos centros hospitalarios de la región, y pidió respeto para los familiares, que han sido agrupados en el colegio de Millas desde el que había partido el autobús al final de la jornada escolar. Agregó que los familiares están sufriendo "una situación de gran angustia" porque tanto las víctimas mortales como algunos de los heridos no se pueden identificar con facilidad.
El prefecto del departamento, Philippe Vignes, agregó que solo dos de los fallecidos han podido ser identificados hasta el momento así como siete de los heridos, lo que, afirmó, testimonia de la gravedad del accidente. Agregó que solo tres de los heridos, todos ellos leves, viajaban en el tren. Además, indicó que la conductora del autobús es uno de los heridos graves. Visiblemente afectado, Philippe aseguró que la prioridad pasa ahora por identificar a las víctimas, y aseguró que se pondrá al servicio de los familiares el apoyo psicológico que sea necesario.
Las imágenes mostradas por algunos medios locales muestran que el autobús quedó partido en dos tras ser arrollado por el tren. El prefecto declaró que fue muy difícil extraer a los niños de entre el amasijo de hierros, a lo que se sumó la oscuridad y la gravedad de las heridas sufridas por algunos de ellos. Las autoridades montaron un hospital de campaña y utilizaron cinco helicópteros para trasladar a los heridos a diferentes centros hospitalarios.
Además, en el colegio desde el que partió el autobús se puso en marcha un grupo de apoyo psicológico que atendió a más de 300 afectados, muchos de ellos padres de alumnos y no todos con hijos en el autobús siniestrado. Un segundo autobús con alumnos del mismo colegio viajaba tras el accidentado, por lo que sus integrantes pudieron ver la escena.
La empresa pública de ferrocarriles SNCF indicó que el tren circulaba a unos 80 kilómetros por hora, la velocidad normal en ese tramo, y que varios testigos apuntan a que las barreras estaban bajadas. El tren afectado, un regional, unía las localidades de Perpiñán, capital del departamento, con Villefranche de Conflent.
Un gran despliegue policial rodeó el lugar del accidente, sobrevolado por helicópteros, mientras que los heridos fueron trasladados al hospital de Perpiñán. El prefecto indicó que en total 52 gendarmes y 95 bomberos participaron en las labores de rescate, además de una docena de personal de primeros auxilios.
En el autobús viajaban unos 25 niños de entre 8 y 15 años mientras el tren transportaba a una veintena de pasajeros. El presidente francés, Emmanuel Macron, mostró a través de la red social Twitter sus condolencias a los familiares de las víctimas.