México
El ministro de Salud de México ha confirmado el brote en cuatro centros médicos en ocho hospitales del país
Al menos 17 niños han muerto por un brote de la bacteria Klebsiella oxytoca en varios hospitales de México. Así lo han confirmado las autoridades sanitarias del país. El ministro de Salud de México, David Kershenobich, ha confirmado el brote en cuatro centros médicos en ocho hospitales del país. La mayoría de los niños que han fallecido eran prematuros.
Se han aislado los lotes de suplementos alimenticios que se suministraron a los fallecidos. Procedían de la empresa Productos Hospitalarios S.A. de C.V. Fueron el foco de los brotes. 13 de las muertes han ocurrido en Estado de México, tres en Michoacán y uno en Guanajuato.
El ministro de Sanidad ha señalado que se están realizando varias pruebas para esclarecer si se trata de la misma cepa de antibióticos. Han confirmado que la empresa proveedora de los productos de nutrición que tomaron las víctimas es la misma. Proceden de la central de mezclas de Toluca, la capital de Estado de México.
"Este hallazgo representa la hipótesis de que en algún punto de proceso de elaboración de las soluciones ocurrió una contaminación", explicó Kershenobich. Cuando se descubrieron los primeros casos se emitió una alerta nacional, que estará en vigor al menos una semana más, de forma preventiva, ya que este martes el brote debería quedar cerrado ya que no se ha tenido constancia de más casos desde el pasado 3 de diciembre.
Asimismo, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum ha destacado que la principal hipótesis que barajan es que estos suplementos alimenticios llegaron ya contaminados desde la fábrica de Toluca. Pide a las autoridades que pongan una marcha una "inspección detallada" del resto de centrales
La bacteria Klebsiella oxytoca es una de las muchas que se encuentran en el intestino. No suele causar enfermedad, aunque puede ser agresiva en personas más vulnerables como pueden ser adultos mayores, inmunodepresivas, recién nacidos, enfermos pulmonares crónicos o pacientes de larga duración en cuidados intensivos. Los síntomas son infecciones de orina, aunque también en el sistema nervioso central, en el corriente sanguíneo y neumonías. En los casos más severos pueden producirse un fallo multiorgánico o un choque séptico.
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