Explosión
Autoridades locales pidieron a la población evitar el contacto con el humo mientras los bomberos controlaban la situación.
Una explosión seguida de un incendio en una planta de la empresa química alemana BASF en Ludwigshafen, suroeste del país, dejó este lunes 15 personas con heridas leves, según informó la compañía.
El incidente, cuyas causas aún están bajo investigación, generó una densa nube de humo negro que llevó a las autoridades a recomendar a los residentes de las zonas cercanas cerrar puertas y ventanas para evitar el contacto con el humo.
"El incendio fue extinguido por los bomberos de la planta de BASF", comunicó la empresa, asegurando que "15 empleados resultaron con heridas leves" y fueron atendidos en el Centro Médico BASF, tras lo cual pudieron abandonar las instalaciones sin mayores complicaciones.
Desde BASF se insistió en que no hubo riesgo alguno para la población cercana, indicando que no se registró contaminación del aire, agua ni suelo.
La planta de Ludwigshafen, que es la sede central del grupo químico, sufrió el siniestro en su sección sur, generando preocupación entre los residentes locales que recordaron el trágico accidente del 17 de octubre de 2016, cuando una serie de explosiones en la misma planta causaron la muerte de cinco personas y dejaron 28 heridos.
Las autoridades locales pidieron a los habitantes de los barrios de Edigheim, Friesenheim y Oppau que mantuvieran cerradas sus puertas y ventanas como medida preventiva.
La plataforma de noticias 'Ludwigshafen24' destacó que cualquier incidente en las instalaciones de BASF evoca el recuerdo del devastador accidente de 2016 para los residentes de la zona.
En caso de un incendio, es fundamental actuar con rapidez y mantener la calma. Al detectar fuego o humo, lo primero es activar la alarma de incendios inmediatamente y llamar a los servicios de emergencia para informar del incidente. Luego, procede a evacuar el área siguiendo las rutas de escape designadas, evitando el uso de ascensores y optando siempre por las escaleras.
Para protegerte del humo, agáchate y muévete gateando, ya que el humo y el calor tienden a subir. Cubre tu boca y nariz con un paño húmedo para reducir la inhalación de humo. Si tu ropa se incendia, recuerda detenerte, tirarte al suelo y rodar para apagar las llamas.
Mientras te evacuas, cierra las puertas tras de ti para contener el fuego y limitar la propagación del humo. Si te encuentras atrapado, busca un lugar seguro con una ventana, usa toallas o ropa para sellar las rendijas de las puertas y ventanas, y señala tu presencia para que los bomberos puedan localizarte.
Es crucial ayudar a los más vulnerables, como niños, personas mayores y discapacitadas, durante la evacuación. No regreses al edificio hasta que las autoridades confirmen que es seguro hacerlo.
Mantener la calma, seguir estos pasos y estar siempre preparado con detectores de humo en funcionamiento y familiarizarse con las rutas de escape puede marcar una gran diferencia en caso de un incendio. Participar regularmente en simulacros de incendio es una medida preventiva esencial que puede salvar vidas.
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