TIENE QUINCE AÑOS
Un joven paquistaní de quince años se castigó a si mismo cortándose una mano al considerar que había blasfemado. No lo hizo por convicción propia, unicamente cometió el acto para quedar bien con sus padres y vecinos.
Durante una plegaria, el adolescente Mohammad Anwar levantó la mano por error al haber escuchado mal una pregunta de un imán, que preguntó a la multitud en una mezquita que alzara la mano aquel que había dejado de orar. El joven levantó la mano y de inmediato la multitud lo acusó de blasfemia, según informó AFP.
Por eso, cuando Mohammad regresó a su casa se cortó la mano que había levantado, la puso en un plato y se la ofreció al clérigo, según ha declarado la policía.
Tras mutilarse la mano, los habitantes del pueblo, felicitaron al joven y a sus padres, diciendo que estaban orgullosos de su comportamiento.
La policía afirmó que no se realizará ninguna investigación porque no hubo ninguna denuncia.