Giorgia Meloni
La presidenta de la Comisión europea, Úrsula Von der Leyen, ya no esconde que necesita a Giorgia Meloni para mantenerse en el poder.
Es la más cortejada en la Unión europea y lo sabe, Giorgia Meloni, primera ministra italiana está siendo la gran protagonista en las elecciones europeas. Como en muchos otros países, las europeas se convierten en plebiscitos sobre sus dirigentes.
Meloni ha ido un paso más allá y ha decidido ser la imagen de la campaña de las europeas para su país. Aunque no ocupara ningún escaño, es la protagonista de los cárteles, anuncios y mítines, porque ella quiere vender su proyecto italiano en Europa mientras demuestra en su país que cada día tiene más apoyos.
Todas las encuestas dan a su partido, Hermanos de Italia, como ganador en Italia. Podría obtener 66 escaños en el Parlamento europeo y son muy valiosos.
Cuando Giorgia Meloni fue elegida como primera ministra de Italia, la presidenta de la Comisión expresó cierto recelo. Era un país del G7 gobernado por la extrema derecha y Von der Leyen advirtió que estarían vigilando.
Con el tiempo, Meloni ha demostrado que sus soflamas antieuropeas son cosas del pasado. La guerra de Ucrania la obligó a posicionarse, tenía que estar a favor o en contra de Putin y tomó la opción mayoritaria en Europa, apoyar a Kiev.
Von der Leyen y Meloni han sabido trabajar juntas y la presidenta de la Comisión ya no esconde que necesita a la italiana para sumar apoyos para ser nombrada de nuevo candidata de la Comisión. Por eso propone trabajar con ella.
La retórica antieuropea se redujo a la misma velocidad que se enfriaba su pasión por la que fuera una de sus ídolos: Marine Le Pen, líder de la ultraderecha en Francia. Ella también aspira a conseguir buenos resultados en las elecciones europeas y quiere unirse a Meloni para crear una gran alianza de ultraderecha que haga girar la política europea. Pero no será fácil.
Ahora mismo cada una lidera un grupo distinto en el Parlamento europeo. Hermanos de Italia, de Meloni, pertenece al grupo Conservadores y Reformistas Europeos fundado originalmente por David Cameron; entre sus socios se encuentran el partido Ley y Justicia de Polonia y Vox de España.
El partido de Le Pen está junto con otro italiano, Salvini, en el grupo de extrema derecha Identidad y Democracia. Aunque unidos tendrían mucha fuerza les separa algo clave. Le Pen apoya a Putin y no sólo quiere dejar de enviar armas a Ucrania, cree que hay que hacer ya un acuerdo aunque sea a costa de que Ucrania renuncia a territorio.
Mientras todos quieren bailar con ella, Meloni no se pronuncia. Nadie sabe por cuál de los dos bandos tomará partido o si decidirá, incluso, bailar sola.
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