BUSCAN RETRASAR LA DESCONEXIÓN DEL PEQUEÑO
El hospital infantil londinense Great Ormond Street, que proponía retirar la respiración asistida al bebé en estado terminal Charlie Gard, volvió a recurrir a la Justicia, después de que expertos de varios países, entre ellos España, hayan abogado por un nuevo tratamiento para su enfermedad.
El centro sanitario ha pedido al Tribunal Superior de Londres, que anteriormente respaldó dejar morir al pequeño, que celebre otro juicio "a la luz de unas afirmaciones sobre la existencia de nuevas pruebas en relación con un tratamiento potencial para la dolencia" que sufre el bebé.
"Dos hospitales internacionales y sus investigadores nos han comunicado en las últimas 24 horas que tienen nuevas pruebas sobre el tratamiento experimental que proponen", declaró un portavoz del centro pediátrico británico. "Creemos, al igual que los padres de Charlie, que es correcto examinar estas pruebas", afirmó.
El portavoz subrayó que la opinión del hospital de Londres "no ha cambiado" y cree que debe ser la Justicia la que decida de manera "objetiva" y "en base a los hechos" lo que es mejor para el niño. Previamente, los tribunales británicos y europeo habían coincidido en que era mejor dejar morir dignamente al bebé de once meses y desautorizaron su traslado a otro país para someterle a un tratamiento experimental de consecuencias impredecibles y que, de acuerdo con otros expertos, le causaría un dolor innecesario.
Charlie Gard, cuyo caso ha motivado ofertas de apoyo del presidente de EEUU, Donald Trump, y del Papa Francisco, padece una enfermedad degenerativa incurable resultante de haber heredado de sus padres, Connie Yates y Chris Gard, un gen RRM2B defectuoso.
La dolencia, una variedad grave de encefalopatía mitocondrial, le ha causado daño cerebral y le impide realizar cualquier actividad. La decisión del hospital de Great Ormond Street de regresar a los tribunales se debe a que ha recibido dos cartas, una de las cuales ha sido difundida por los padres, en la que científicos del Reino Unido, Italia, Estados Unidos y España abogan por probar un tratamiento experimental.
En la carta remitida por el hospital infantil dependiente del Vaticano Bambino Gesú, los expertos señalan que podría existir una posibilidad de relativa mejora para el bebé con un nuevo tratamiento conocido en inglés como "deoxynucleoside therapy" para deficiencia de RRM2B, que ni siquiera ha sido probado en ratones.
Los firmantes del texto difundido hoy reconocen que no hay tiempo para efectuar esas pruebas en roedores, pero piden al Great Ormond Street que reconsidere ofrecer el tratamiento a Charlie. Según la cadena pública BBC, suscriben la carta europea un neurólogo del hospital italiano, un científico de la universidad inglesa de Cambridge y dos investigadores del Institut de Recerca Vall d'Hebron de Barcelona.
A través de una campaña por internet, Connie Yates y Chris Gard han logrado recaudar 1,3 millones de libras (unos 1,5 millones de euros) para financiar el tratamiento de su hijo en un hospital estadounidense o de otro país.