PRIMER CARA A CARA EN SEIS AÑOS
El debate televisivo celebrado entre los líderes políticos griegos, el primero que se celebra en seis años, no tuvo ganadores ni perdedores, según el análisis unánime de los medios de comunicación, que destacan la ausencia de ritmo y el formato encorsetado de este enfrentamiento. "Tres horas sin respuestas, sin propuestas y sin tensiones", resume el diario Kathimeriní este largo debate en el que siete de los ocho líderes políticos -los neonazis de Amanecer Dorado no fueron invitados- respondieron a las preguntas de seis periodistas.
Según Kathimeriní, el formato tan solo permitió que hubiera "monólogos paralelos, sin sorpresas ni noticias". El debate de cara a los comicios anticipados del próximo día 20 se dividió en siete bloques: economía, desarrollo y desempleo; política social; educación y sanidad; política migratoria; política exterior y defensa; una pregunta de un periodista a un líder a su elección; y una pregunta de un líder a otro o, como alternativa, una declaración final.
El portal informativo in.gr, que coincide con Kathimeriní en valorar que el debate no tuvo ganadores ni perdedores, lamenta que en el turno final ninguno de los políticos formulara una pregunta a alguno de sus competidores y que todos se limitaran a hacer una declaración final. A juicio del portal económico Naftemporikí, se trató de "un debate que se celebró porque debía celebrarse", en el que nadie cometió graves errores, sin que ningún político destacara o diera "información de utilidad a los ciudadanos". Según el rotativo izquierdista Efymerida ton Syntaktón, los "monólogos paralelos" no añadieron nada a la campaña de los partidos, y ningún político dijo nada que no supieran los ciudadanos.
En la discusión, la mayor parte de los partidos, con excepción de comunistas y el nuevo partido escindido de Syriza, la Unidad Popular, respaldaron el acuerdo de rescate con los acreedores, y conservadores, socialdemócratas y centristas se pronunciaron a favor de una amplia coalición de Gobierno. Así, el líder de la conservadora Nueva democracia, Vangelis Meimarakis, recalcó que en caso de ganar las elecciones, buscará formar una alianza, pero acusó al ex primer ministro y presidente de Syriza, Alexis Tsipras, de no querer ni siquiera hablar con él.
Tsipras evitó el debate sobre alianzas, mientras que el que fue su aliado de Gobierno, el líder de los nacionalistas Griegos Independientes, Panos Kamenos, recalcó que repetiría la coalición con él. A diez días de las elecciones, la mayoría de las encuestas dan a Syriza y Nueva Democracia prácticamente empatados, y a los neonazis de Amanecer Dorado como tercera fuerza. El único partido presente en el arco parlamentario de la última legislatura que no obtendría escaños, según la mayor parte de los sondeos, sería precisamente el socio de coalición de Tsipras. El próximo lunes se celebrará un segundo y último debate, esta vez en formato de careo entre Tsipras y Meimarakis.