TRAS PERDER LA MAYORÍA ABSOLUTA
La primera ministra británica, Theresa May, prometió negociar con Bruselas un acuerdo para el 'brexit' que "funcione para todo el Reino Unido" y "cuente con el máximo apoyo ciudadano". May dijo también que ese eventual acuerdo debe "reflejar el resultado del referéndum" del 23 de junio de 2016, en el que un 52 % frente a un 48 % de los británicos votó a favor de salir de la Unión Europea (UE). La líder conservadora planteó su posición durante su intervención en el debate en la Cámara de los Comunes sobre el programa legislativo de su Gobierno, presentado previamente por Isabel II en el llamado Discurso de la Reina.
Al reconocer la necesidad de que el 'brexit' cuente con el máximo apoyo popular, May, que perdió la mayoría absoluta en las elecciones del pasado 8 de junio, se mostró más conciliadora que al convocar esos comicios, cuando abogaba por un 'brexit' duro y a su manera. En contra de la idea inicial de romper radicalmente con la UE, en los últimos días varios ministros conservadores han indicado que se podría intentar negociar la permanencia en la unión aduanera y a algunas instituciones comunitarias. Al repasar su programa legislativo, centrado en legislación para materializar el 'brexit', May, cuestionada entre sus propias filas, prometió gobernar con "humildad y determinación".
En el Discurso de la Reina, que marca la apertura oficial del curso parlamentario, se incluyeron 27 leyes que el Gobierno quiere impulsar esta legislatura, ocho de ellas dedicadas a la salida del bloque comunitario. Entre esos proyectos de ley, destaca la "Gran Ley de Derogación", que revocará el Acta de Comunidades Europeas de 1972 -que en su día autorizó el ingreso del Reino Unido en la UE- y que convertirá en británicas las leyes comunitarias, además de poner fin a la jurisdicción del Tribunal Europeo de Justicia. Los Comunes y los Lores debatirán durante seis días el programa legislativo, que será votado previsiblemente el 29 de junio.
El Partido Conservador espera haber cerrado para entonces un acuerdo de gobernabilidad con el ultraconservador DUP norirlandés, a cuyos diez diputados necesita para sacar adelante un Gobierno en minoría. Mientras los parlamentarios debatían hoy en los Comunes, cientos de manifestantes protestaban en Londres pidiendo la dimisión de May y el fin de sus políticas de austeridad, en un ambiente de gran indignación tras el incendio el 14 de junio de un bloque de pisos de protección oficial en el oeste de la ciudad.
May se disculpa por la gestión del incendio en Londres
Theresa May pidió disculpas por los fallos en la atención a los afectados por el incendio de una torre residencial de Londres la semana pasada, en el que al menos 79 personas murieron o están desaparecidas. Durante el debate en la Cámara de los Comunes sobre su programa para los próximos dos años, la primera ministra admitió que el apoyo que recibieron las familias que vivían en la torre Grenfell, muchas de ellas en pisos de protección oficial, "no fue lo suficientemente bueno". La jefa de Gobierno señaló que algunas de las personas que se quedaron sin hogar y sin pertenencias a raíz del fuego no recibieron la información adecuada sobre qué ayudas estaban disponibles para ellos.
"Como primera ministra, pido disculpas por ese fallo", dijo May, que describió la falta de apoyo a los afectados como "un error del Estado, a nivel local y nacional, a la hora de ayudar a la gente que más lo necesitaba". May, que ha recibido críticas por parte de la oposición y de las familias afectadas por su papel en la gestión de la crisis, afirmó que ha "asumido la responsabilidad de hacer lo posible para arreglar las cosas".
Poco antes de que comenzara el debate en el Parlamento, el ministro para las Comunidades, Sajid Javid, anunció que las familias que se han quedado sin una vivienda tras el incendio serán reubicadas en 68 apartamentos de uno y dos dormitorios en un bloque de viviendas de lujo cercano a la torre Grenfell. El inmueble siniestrado está ubicado en el distrito de Kensington y Chelsea, una zona acomodada en el oeste de Londres. Las nuevas propiedades que ha adquirido el Ejecutivo para realojar a los afectados forman parte de lo que se considera "vivienda social de nueva construcción", en un área en la que los precios de los pisos oscilan entre el 1,5 millón de libras hasta los 8,5 millones de libras (entre 1,3 y 9,6 millones de euros).
En coincidencia con la lectura en el Parlamento del programa de Gobierno de May, cientos de personas protestaron por el incendio y pidieron "justicia" para las víctimas en una marcha de más de siete kilómetros desde el oeste de Londres hasta el palacio de Westminster, en el centro de la capital británica. Al inicio de la protesta, antiguos residentes de la torre pidieron a los manifestantes que evitaran acciones violentas durante la marcha.
"Quiero daros un mensaje sencillo: por favor, a todos aquellos que protestan, no necesitamos violencia en esta comunidad, no queremos eso en nuestro nombre. Por favor, no deshonréis a los afectados recurriendo a la violencia", dijo Mahad Egal, uno de los residentes de la cuarta planta de la torre Grenfell. Al paso de la marcha por delante de Downing Street, donde se ubica la residencia oficial de la primera ministra, la policía detuvo a un hombre y se vivieron escenas de tensión cuando los manifestantes gritaron consignas contra el Gobierno.