Atentado en Karachi
Un atentado dirigido a un convoy de trabajadores chinos cerca del aeropuerto de Karachi deja al menos dos muertos y varios heridos, en un contexto de creciente violencia contra extranjeros en Pakistán.
La noche del pasado domingo, 6 de octubre, se produjo un atentado en las proximidades del aeropuerto internacional Jinnah, en Karachi, Pakistán, que resultó en la muerte de al menos dos ciudadanos chinos y dejó varias personas heridas. El ataque iba dirigido a un convoy que transportaba a trabajadores de una compañía eléctrica, todos procedentes de China, según informó la Embajada china en Pakistán en un comunicado.
El ataque ocurrió alrededor de las 23:00 y fue reivindicado por un grupo armado del sur de Pakistán, cuyas actividades violentas han aumentado en los últimos meses. El convoy fue emboscado mientras se desplazaba cerca del aeropuerto de Karachi, la principal puerta de entrada aérea al país. Las autoridades locales desplegaron un fuerte operativo de seguridad tras la explosión, que también dejó a varios civiles paquistaníes heridos.
Aunque en un principio las primeras informaciones apuntaban a la explosión de un camión cisterna, la confirmación de que se trató de un atentado ha aumentado la preocupación sobre la seguridad de los trabajadores extranjeros en el país. En particular, los ciudadanos chinos han sido un objetivo recurrente en la región debido a las tensiones relacionadas con la creciente influencia de China en Pakistán, donde se han realizado importantes inversiones bajo la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
China es uno de los principales socios comerciales y estratégicos de Pakistán, y miles de trabajadores chinos han llegado al país en los últimos años para participar en proyectos de infraestructura y energía. Sin embargo, esta cooperación ha despertado la oposición de algunos grupos armados en el sur de Pakistán, quienes ven estas inversiones como una amenaza a su control regional y a los recursos naturales del país.
El portavoz de la policía de Karachi, el inspector general adjunto East Azfar Mahesar, declaró que las autoridades están investigando el ataque. “Es demasiado pronto para hacer una evaluación completa de lo que ha ocurrido”, señaló. Además, se ha confirmado que entre los heridos hay varios agentes de policía que custodiaban el convoy en el momento de la explosión.
Este incidente pone de relieve la creciente violencia en Pakistán contra ciudadanos extranjeros, especialmente aquellos involucrados en proyectos de gran escala. En los últimos años, se ha producido una serie de atentados contra trabajadores chinos, lo que ha llevado a ambos países a reforzar las medidas de seguridad en torno a las inversiones chinas en territorio paquistaní.
El primer ministro de Pakistán, Anwaar ul Haq Kakar, condenó el atentado y prometió una investigación exhaustiva. “Pakistán no tolerará ningún ataque contra nuestros amigos y socios internacionales. Estamos comprometidos a garantizar la seguridad de todos los ciudadanos extranjeros que residen y trabajan en nuestro país”, declaró.
Por su parte, la Embajada china en Islamabad pidió a las autoridades paquistaníes tomar “todas las medidas necesarias” para proteger a sus ciudadanos en el país y para asegurar que los responsables del ataque sean llevados ante la justicia.
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