Conflicto de larga duración
Taiwán se ha vuelto a colocar en el centro de la noticia por la celebración de elecciones. Repasamos sus relaciones históricas con China y las razones del conflicto en la zona.
La tensión entre China y Taiwán se lleva desarrollando desde hace más de 70 años. China considera a Taiwán una provincia de la República Popular de China y reclama su soberanía, y Taiwán se ve como un país democrático independiente, si bien nunca ha declarado oficialmente su independencia aun teniendo su propio Gobierno y sus propias leyes.
El presidente chino Xi Jinping ha reiterado en varias ocasiones que la “reunificación de Taiwán es inevitable” y que “Pekín se reserva el derecho a usar la fuerza militar para lograrlo”. El conflicto tiene como actor secundario a Estados Unidos.
Durante 50 años, Taiwán, en el pasado denominada isla de Formosa (del portugués “Hermosa”), fue una colonia del Imperio del Japón desde 1895 hasta 1945, año en que Japón es derrotado en la Segunda Guerra Sino-japonesa, en el marco de la Segunda Guerra Mundial. Es entonces cuando China se hace de nuevo con el control de Taiwán.
Sin embargo, en 1949, tras perder la Guerra Civil China que libraba desde 1927 contra el Partido Comunista Chino de Mao Zedong, Chiang Kai-shek se refugia junto a miembros del Kuomintang y más de un millón de personas, en la isla de Taiwán. Allí estableció una dictadura de partido único con la intención de volver a conseguir el poder de la China continental, cosa que nunca ocurrió.
Mao Zedong formó la República Popular de China y Chiang Kai-shek, la República de China (Taiwán). La comunidad internacional consideró el Gobierno de Mao ilegítimo y reconoció a Taiwán como la única China, de hecho, Chiang Kai-shek firmó la adhesión de China a la ONU y ocupó asiento como miembro permanente del Consejo de Seguridad.
Por otro lado, Estados Unidos fue reforzando su presencia militar en la zona ante los conflictos bélicos en el estrecho de Taiwán en plena Guerra Fría.
La situación cambió a partir de la década de 1970, en plena Guerra Fría, cuando China y Estados Unidos acercaron intereses ante un adversario común: la Unión Soviética. Este acercamiento favoreció que las Naciones Unidas reconocieran únicamente como el representante legítimo de China a la República Popular de China de Mao y no a la República de China de Chiang Kai-shek.
En 1978, el presidente estadounidense Jimmy Carter anunció que Estados Unidos dejaba de reconocer a la República de China (Taiwán) como Gobierno legítimo de China y estableció relaciones oficiales con la China Popular, como ya habían hecho otros países. Estados Unidos trasladó su embajada de Taipéi a Pekín. Sin embargo, Estados Unidos continuó manteniendo una estrecha relación comercial y militar con Taiwán, aprobando el Acta de Relaciones de Taiwán por el que se comprometía a la defensa de la isla.
Tras la muerte de Chiang Kai-shek en 1975, se iniciaron las reformas democráticas que culminaron en las elecciones presidenciales de 1996, en las que los taiwaneses, ya legalizados los partidos de la oposición, eligieron a su presidente por sufragio universal. Lee Teng-hui sería reelegido presidente.
Desde la década de 1990 ha habido conversaciones entre China y Taiwán, destacando el histórico encuentro entre ambos líderes, Xi Jinping y Ma Ying-jeou, en Singapur en 2015, primera reunión de alto nivel en más de medio siglo.
Pero también desencuentros y momentos de tensión, como el viaje del presidente taiwanés Lee Teng-hui a Estados Unidos en 1995, que Pekín interpretó como un intento para promover la independencia de la isla; o cuando el presidente taiwanés independentista Chen Shui-bian anunció la celebración de un referéndum contra la amenaza bélica de China. Más recientemente, el viaje de la ya expresidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a la isla en agosto de 2022.
Desde el 2021, y estando en la presidencia Tsai Ing-wen, han aumentado las incursiones de aviones chinos en la ADIZ taiwanesa (Zona de Identificación de Defensa Aérea).
En las elecciones presidenciales celebradas recientemente, el candidato del Partido Democrático Progresista, William Lai, se impuso con un 40,73%. Supone un triunfo histórico desde que se instauró la democracia en Taiwán. Por primera vez el mismo partido presidirá la isla durante tres mandatos consecutivos.
Solo 13 países reconocen actualmente a Taiwán: Esuatini en África; Belice, Guatemala, Haití, Paraguay, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, y San Vicente y las Granadinas en América; las Islas Marshall, Nauru, Palaos y Tuvalu en Oceanía; y Ciudad del Vaticano en Europa.
Por otro lado, unos 50 países mantienen relaciones diplomáticas no oficiales con Taiwán, a través de oficinas económicas, comerciales o culturales que funcionan, de facto, como embajadas y consulados