Explosión Beirut
Beirut amanece tras el devastador suceso producido por 2.750 toneladas de nitrato de amonio. Las dos explosiones terminaron con la vida de 153 personas y ha dejado a más de 5.000 heridos.
El Gobernador de Beirut, Maruan Abboud, afirmó que todavía hay más de 100 desaparecidos y que más de 300.000 personas se han quedado sin casa debido a las explosiones.
"Estamos trabajando para proveer comida, agua y vivienda", indicó en declaraciones el Gobernador. En Beirut viven cinco millones de personas. Este suceso les coloca en un escenario imposible que se suma a la crisis sanitaria y económica mundial del coronavirus.
Continúa la búsqueda bajo los escombros
Los equipos de rescate continúan trabajando contrarreloj para encontrar a las personas desaparecidas que permanecen sepultadas bajo los escombros. Países como España o los países árabes han enviado brigadas especialistas para rescatar al máximo número posible de personas con vida.
Los hospitales continúan saturados ante la llegada masiva de heridos. Esto se suma a los pacientes ingresados por coronavirus que ya saturaban la sanidad.
"Es como una zona de guerra. No tengo palabras",
"Es como una zona de guerra. No tengo palabras", afirma el alcalde de Beirut, Jamal Itani. Además, otros centros médicos han tenido que rechazas a los enfermos, ya que también fueron dañados debido a la explosión.
La detonación de las 2.750 toneladas alcanzó lugares lejanos. La detonación se llegó a escuchar en Chipre, a 200 kilómetros de distancia. El suceso ocurrió en la zona portuaria, el epicentro.
Coches calcinados, contenedores de mercancías retorcidos o edificios destrozados. La imagen de Beirut recuerda a los trágicos años de Guerra Civil que el país vivió entre 1975 y 1990.